Editorial
La cultura de la Azar en la República Dominicana.
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La improvisación es una herencia histórico-cultural que constituye el lastre más pesado para el Estado y la sociedad dominicana, porque este fenómeno está presente en la implementación de políticas públicas no sólo en el ámbito nacional, sino también en el internacional.
La improvisación, que también impacta de manera individual a cada uno de los dominicanos, representa hoy día la principal amenaza para que el país no logre un estadio de progreso y bienestar.
Es muy poco lo que se sopesa profundamente sobre la base de los pros y los contras de cualquier proceso, lo cual se expresa con mucha claridad en la firma del Tratado de Libre Comercial entre Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana (DR-CAFTA).
La improvisación genera el mal gasto de recursos vitales para renglones tan importantes para la vida nacional como la salud, la educación y la preservación del medio ambiente, entre otras cuestiones de primer orden.
Todo ello viene al caso con lo que podría ocurrir en el año 2025 de que los productores nacionales de arroz prácticamente sean erradicados del aparato productivo nacional y que a partir de ese momento el país quede a merced de la importación del producto, lo cual representa un alto riesgo social, económico y político, sobre todo si se toma en cuenta la vocación especulativa de los importadores nacionales.
La verdad es que de no renegociarse el DR-CAFTA el país podría tener acontecimientos sociales y políticos que impactarían de forma directa la gobernabilidad, ya que se trata de un producto de primer orden de la dieta diaria de los dominicanos.
Pero la cultura de la improvisación pesa tanto que esos factores no han servido para que las autoridades nacionales no se pongan un cuchillo sobre su propia garganta al firmar un tratado que para el país se trata de un contrato de adhesión, ya que no se discutieron una serie de aspectos que ponen la nación en una situación bastante delicada.
Sin embargo, la República Dominicana todavía tiene tiempo para evitar que el aparato productivo nacional quede como aquel hombre o mujer que sufre la ruptura de la columna vertebral y que su movilidad depende de unas muletas o del soporte de algunas personas que lo transporten al sujetarlo por la parte más fuerte de su cuerpo para que pueda cominar.
De manera, que se debe evitar que el país no pueda valerse por si mismo con la desaparición del aparato productivo nacional, lo cual aumenta su colonización hasta en lo que respecta a su seguridad alimentaria.