Opinión
Pactar con la gran sociedad
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Por Víctor Víctor
Sin embargo, especialistas y gente sencilla del pueblo, incluidos “los artistas necios”, con razón, no entendemos cómo proponer la solución a la crisis sin señalar las causas de este desbarajuste, por lo menos un par de ellas. A nadie, y el presidente lo sabe, le gusta pagar los platos rotos por otros y ya que llevaremos el dolor ‘entre las costillas’, es hasta una cortesía que nos digan quién o quienes fueron los causantes de la puñalada.
Mientras el presidente busca sus razones, algunas organizaciones ciudadanas han publicado sospechas de las causas del desguañangue económico, entre esas razones figuran que Leonel y sus funcionarios gastaran millones en publicidad y propaganda, regalaron más millones en el Residencial Progreso ‘para su gente’. Además, de lo invertido a la velocidad del rayo en la primera línea del metro, gastos de viajes, sobrevaluación de obras y ni hablar de los onerosos contratos con los venduteros de energía.
Si el Presidente no quiere hablar de funcionarios ladrones, bancos blanqueadores y otras versiones de la corrupción que nos llevó a lugares cimeros en el mundo, que hable de ‘malos negocios’, de funcionarios ineficientes, de ejecutivos mediocres, de inversiones sin sentido. Pero que señale causas y culpables.
Mientras el presidente no explique qué pasó todos entenderemos que impone un castigo a la gente que votó por él, a los que conquista con su estilo sencillo y contra todas y todos los que formamos parte de esta convulsionada y hoy misteriosa república que ante el silencio responderá ante tanta violencia económica generada durante años por el pacto entre gobernantes y el gran capital. Desde hace 40 años nos golpean desde los partidos.
Es momento de pactar con la gran sociedad Medina, no se puede imponer un castigo por las culpas de otros sin conocerles, esta es una buena oportunidad para pasar la real raya entre lo viejo y lo nuevo, entre inscribir nuestro país en la nueva latinoamérica o dejarla que flote en el mar del conservadurismo programado.