Un país es la conjunción de voluntades diversas que interactúan en un marco jurídico, político y espacial.
Un país puede ser también el escenario de las burlas políticas.
No estamos en los primeros lugares sino en el sótano por más que los demagogos quieran pintarnos otra realidad.
Un país es también un movimiento económico o el reflejo de él.
Se nota una cierta parálisis de la economía dominicana.
El gobierno ni las autoridades han explicado el fenómeno pero éste existe.
No tiene que ver con la resaca pos electoral pues ya esta se hace lejana.
No tiene que ver con la navidad pues tampoco se halla cercana.
Pudiera estar relacionada con el hoyo económico cuatro veces superior al de Baninter.
Sin embargo, Leonel Fernández y sus acólitos nada dicen sobre la verdad de este déficit
Que cubre la actual realidad económica de precariedad y de insolvencia gubernamental.
Todo lo responden con mentiras y con evasivas.
Parece que para el ejercicio político en este país lo primero que se necesita es la irresponsabilidad.
Viene un gobierno y termina saqueando las arcas públicas y nadie dice nada.
Si alguien se atreve a decir algo lo llaman enemigo del progreso, pepeachista,
Descarado u otros epítetos vulgares.
Lo cierto es que así no tenemos ni podemos aspirar a tener un país.
Cada vez vamos siendo un nido de ratas, de irresponsables a quienes sólo el pueblo puede sancionar a su manera, con hechos reales y ejemplares, algún día.
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