El nuncio Jude Thadseus Okolo.
“La celebración de la Navidad 2013, ha dejado un sentimiento de gratitud divina entre los hermanos de nuestra parroquia Santo Cura de Ars, del Ensanche Capotillo. La fiesta del nacimiento del Hijo de Dios en Belén, inicio de nuestra salvación, se creció este año con la visita del recién nombrado delegado del Papa Francisco, Monseñor Jude Thaddeus Okolo”, dijo el párroco Abraham Apolinario en una nota de agradecimiento.
Explicó que la fiesta de Navidad había sido preparada como otros años, con la novedad esta vez de un pequeño coro infantil, que presentó su primer concierto al final de la misa.
“En el mes de octubre iniciaron sus ensayos y les propuse incluir dos villancicos en francés para sorprender y agradar a las hermanas Hijas de María, comunidad de religiosas haitianas que trabajan en nuestra parroquia desde hace cuatro años. Pensé que sería también un bonito regalo para la directora de nuestra escuela, de las Hermanas de Santa María de Namur, nativa de la región de Quebéc en Canadá. El coro de niños asumió la solicitud como un nuevo juego infantil”, señaló el sacerdote.
Destacó que la presencia del Nuncio le dio a la Misa de Nochebuena un tono eclesial más profundo y que la primera alegría fue escucharlo saludar en un español bastante aceptable. “Desde la introducción nos propuso el tema de su homilía: Seguir el ejemplo de María, que convirtió la cueva de los animales de Belén en un hogar de ternura”.
“La eucaristía del 24 de diciembre se desarrolló en un ambiente de júbilo, que llegó a su culmen cuando cantaron los niños. Fue entonces que el señor Nuncio nos sorprendió a todos al entonar una tradicional canción infantil en Igbo, su lengua materna (que algunos medios confundieron con el Creol, aunque el mismo Nuncio lo dijo al invitar a la asamblea a acompañarlo). ¡Los niños, animados por la experiencia del francés y del latín, repitieron con nitidez el estribillo en Igbo!”, contó Apolinario.
El cura agradeció a las emisoras católicas Radio María, Radio Juventus y Radio ABC la improvisada transmisión de la misa, así como la cobertura de los medios digitales, escritos y televisivos que reseñaron la celebración.
“Algunos han malinterpretado la errónea información de un diario y un canal de televisión, de que la misa fue celebrada en creol, porque el coro de la comunidad haitiana que celebra cada domingo la eucaristía a las 11:30 de la mañana, tuvo una hermosa ofrenda de ofertorio y durante la comunión cantó otras dos canciones. Toda la celebración, las lecturas y la homilía se tuvieron en español. El señor Nuncio no dijo una sola palabra en creol, aunque pudo hacerlo con todo derecho”, aclaró.
Dijo que el mensaje de Okolo fue tomado como un reto para una comunidad, que vive en un ambiente difícil como es la ciudad de Santo Domingo y más aún en Villas Agrícolas, el ensanche Luperón y el ensanche Capotillo.
“Seguiremos el ejemplo de María que transformó una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura (Evangelii Gaudium 286). ¡El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres! (Salmo 126). ¡Gracias Señor!”, apuntó el religioso. HOY