Opinión
Piratas y corsarios, Otan, Barrick…
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Por Víctor Víctor
El tiempo, con su habitual fuerza transformó y adecuó esta creación de los imperios. En el caso de los piratas y corsarios el escenario ya no es el mar, ahora son países, por ejemplo: República Dominicana, Puerto Rico, Haití, Afganistán, Irak, Libia, etc. Los neo piratas o neo corsarios atacan con aviones, cañonean con 105mm e invaden con infantería propia o alquilada.
Otra forma es atacar y ocupar los territorios deseados con un enjambre de tipos sin parches ni garfios, sino con trajes negros y corbatas de seda. Todo ese carnavalito dificulta ver la esencia de esa oprobiosa práctica de ayer y de hoy, robar.
Las acciones de los nuevos piratas son a espaldas del oficialismo. Los llaman delincuentes, narcotraficantes, blanqueadores o contrabandistas. (Que Dios me perdone, pero creo que los gobiernos se quillan y les lanzan sus ‘wachimanes oficiales’ para llevarlos a la justicia porque evaden impuestos sin acuerdos).
Los nuevos corsarios no causan problemas. Llegan al territorio por conquistar amparados por sus estados y avalados por organismos internacionales y nacionales (OMC, Cámaras de Comercio, etc) creados para dar ‘base legal’ a las ocupaciones y al saqueo de cualquier territorio deseado.
Entonces los invasores quiebran industrias exitosas de pequeños países, se adueñan de yacimientos de petróleo y gas natural, monopolizan las fuentes de agua, toman costas con playas, envenenan sembradíos y ríos explotando minas. Eso y más, sellado por la licencia y complicidad de los gobiernos que nos venden su entreguismo como progreso y desarrollo.
Los dominicanos hemos sufrido dos intervenciones de piratería política. En 1916 los norteamericanos nos invadieron y montaron la estructura gubernamental que soportaría el estado dependiente en el cual vivimos. En 1965 volvieron a ocuparnos para ‘evitar la llegada del comunismo al pode’.
Más que piratas, en los últimos tiempos hemos recibido los ataques de grandes neo-corsarios. Por ejemplo, entregamos el oro a los canadienses (?) de la Barrick Gold. Con la bendición de presidentes y gracias a legisladores complacientes de las políticas del neoliberalismo vendimos nuestra mejor cerveza a unos brasileños, liquidamos un par de fábricas del buen ron dominicano, también negociamos fábricas de embutidos, hicimos dueños de medios de comunicación a extranjeros y en la lista hay tantos aspirantes que en poco tiempo no existirá la industria nacional.
“-Es modernismo-” gritará un analista mañanero. El problema es que en los bolsillos del progreso los neo corsarios se llevan el dinero y en poco tiempo el ron no será caribeño sino escocés o español; la Presidente vendrá con sabor a ‘cachasa’; y con tanto cianuro para sacar oro, la Barrick envenenará nuestras aguas. Mientras, el FMI, BID, BM, miran risueños tanto desarrollo.