En Bajos de Haina, Barsequillo, Villa Elisa, Yogo-Yogo y Nigua los afectados por fiebre están convencidos de que el mal que ataca desde hace cerca de un mes esas comunidades de San Cristóbal es la chikungunya.Esto, porque pocas veces es una misma familia, hasta cuatro de sus miembros, se han visto afectados por un brote febril como el que se vive hoy en día en esos lugares de la provincia San Cristóbal.
“Son esos mosquitos, que de noche no hay quien los aguante”, dijo a elCaribe Esperanza Medina, mientras mostraba sus pies hinchados, “tengo dos semanas con una fiebre altísima, fuertes dolores de cabeza y unos dolores en los huesos que se me quieren romper”.
De acuerdo con la mujer residente en la comunidad de Yogo-Yogo, en Nigua, “parece que lo que Salud Pública le echa a los mosquitos para matarlos los alimenta, porque ahora es que hay mosquitos”.
Cuenta que hace casi un mes la fiebre atacó su vivienda. Primero cayó afectado un niño de 12 años y luego su hermanita de cinco. “Esos niños temblaban de la fiebre y se retorcían del dolor en las coyunturas”, recuerda.
Testimonios similares los sirvió Martín Ramírez, cuyo hijo de cuatro años apenas ayer comenzaba a sentirse mejor, pues tiene ya más de cinco días con fiebre alta y dolores de cabeza.
“Lo llevé al hospital y lo atendieron; le dieron acetaminofén y ya se está mejorando”, afirma, “Esa fiebre le dio malísima, nunca lo había visto así”.
En su familia también ha sido víctima de la fiebre su prima Mélida Ramírez y su padre Marino Ramírez, todos en espacio de las últimas tres semanas.
En el hospital
En la mañana de ayer la emergencia y la sala de espera del hospital municipal Bajos de Haina lucían congestionadas de personas de todas las edades. Una adolescente temblorosa en brazos de su madre, un hombre asistido por su hijo caminaba zigzagueando mientras se agarraba la cabeza, otra mujer se recuesta en el banquillo en espera de ser atendida. Y en el pasillo un activista comunitario se mueve de aquí para allá reclamando que en el hospital hace falta personal médico para atender a tanta gente.
Una de las pacientes era Lucitania de Sosa, residente en Villa Elisa, que asegura que la fiebre no se le baja y cuenta que ya no sabe qué más hacer. Con sus pies hinchados, trata de explicar que una noche se la comieron los mosquitos, y a los pocos días enfermó.
Lo mismo dice Faustina Cabrera, de Barsequillo, con cuatro días con una fiebre que la tiene sin sitio, al tiempo que siente temblores y unos dolores en los huesos que define como los más terribles que haya sentido.
Las palabras de Cabrera parecen tener asidero en el director del Hospital Municipal Bajos de Haina, Guillermo Dicló, quien aseguró que es indudable que en las últimas semanas, y sobre todo en los últimos días, a ese centro llegan más y más personas con fiebre.
No obstante, Dicló observa que no puede asegurar que se trate de chikungunya o que los casos febriles estén todos relacionados con el mosquito Aedes aegypti, que transmite el virus al igual que el dengue.
El médico pidió a la población acudir a los centros de salud ante cualquier manifestación de fiebre y dolores en las articulaciones, pues aunque la chikungunya literalmente no mata debido a que su tasa de letalidad es sumamente baja, una persona puede presentar el mismo cuadro y no tratarse de la fiebre, sino de dengue, cuyos síntomas y cuadro se parecen y sí mata si no se trata a tiempo.
El peligro de la chikungunya
La observación del doctor Guillermo Dicló en el sentido de que las personas afectadas por fiebres altas y dolores en los huesos y de cabeza deben acudir al hospital porque podría tratarse de dengue, encontraron eco en el médico Efraín de la Cruz, quien recordó que los síntomas y signos de ambas enfermedades son muy similares.
“Realmente la fiebre chikungunya tiene una tasa de letalidad muy baja y es ahí donde está el peligro, pues si alguna persona afectada con fiebres altas, malestares estomacales, mareos, dolores en los huesos y dolor de cabeza intenso decide medicarse y no ir al hospital porque cree que es chikungunya y que ésta no mata, esa persona puede correr el riego de estar padeciendo de dengue y cuando quiera reaccionar puede ser tarde”, apuntó.
Afectados
Alejandro Ramírez
Residente de Barsequillo
“La gente de aquí de Yogo-Yogo comenzó a tener esa fiebre de repente. Aunque Salud Pública dice que está haciendo algo por controlarla yo creo que no, porque yo mismo no he visto a nadie haciendo nada y la gente se sigue enfermando. Aquí mismo, ahí atrás hay una mujer que casi se muere de eso”.
Lucitania de Sosa
Paciente de Villa Elisa
“Mire usted, en Villa Elisa la gente cae con esa fiebre que es temblando que una cae. Yo tengo ya varios días que no sé qué voy a hacer y tengo los pies que ni los siento. Aquí en el hospital solo nos dan una pastilla de acetaminofén y nos mandan para la casa igual; esto no se aguanta porque esa fiebre hasta frío da”.
Martín Ramírez
Padre de paciente; vive en Yogo-Yogo
“Nunca había visto a mi hijo con una fiebre tan mala como esta. Creo que las autoridades deben hacer un mayor esfuerzo por controlar esta situación, pues en toda esta comunidad uno puede contar por docenas los vecinos que a cada rato tienen que ir al hospital con fiebre y dolores en los huesos”.
Esperanza Heredia
Paciente de Nigua
“Mis pies están hinchados; tengo dos semanas con una fiebre que me quiere romper los huesos y la cabeza la tengo sin sitio. Eso comenzó con los mosquitos, que yo creo que se alimentan con lo que Salud Pública les echa para matarlos, porque cada día hay más y más de esos mosquitos”.
Director Salud insiste en medidas de prevención
El director provincial de Salud, Manuel Antonio Hilario Acevedo, insistió ayer en que el brote de fiebre comenzará a bajar en la medida en que los munícipes colaboren con las autoridades y contribuyan con las medidas para erradicar el mosquito Aedes aegypti, que además de transmitir el dengue también es el vector de la fiebre chikungunya. Dijo que el Ministerio de Salud está enfocado en el control del brote febril, así como en la asistencia a las personas afectadas. En ese sentido aseguró que se han tomado las medidas necesarias, como son el suministro de la medicación necesaria y el reforzamiento del personal sanitario.