Opinión
Plutocracia, ¡sí! Democracia, ¡no!
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Por Isaías Ramos
La verdad es que sí… Para la clase media y trabajadora del país, la reforma fiscal ya está planificada y aprobada con la Ley 32-23. Las normas tributarias en curso a implementar van a oprimir a la clase media hasta su destrucción. Si hubo tiempo y voluntad para esta partidocracia, fue para «estudiar su factibilidad» y aprobación. En un país donde los servicios públicos esenciales se encuentran resueltos, como la seguridad ciudadana, salud, educación, electricidad, agua potable, vivienda y seguridad social, entre otros, se justifica cualquier esfuerzo tributario. Pero en una sociedad que en pleno siglo 21 no tiene ninguno de sus servicios básicos y esenciales solucionados, y tampoco en planes de solventar, no justifica una presión tributaria que sobrepasa el 30%. Eso es opresión. Es simplemente crear las condiciones para destruir el emprendimiento, la micro, pequeña y mediana empresa.
La Dirección de Impuestos Internos se convertirá en una especie de policía política al servicio de esta plutocracia, cuyo fin es destruir esta clase media luchadora y trabajadora que no le rinde pleitesía y que representa un peligro para sus planes. La intención de estos seres maquiavélicos es utilizar mecanismos como el de la fábula del sapo y el agua hirviendo, que, de prosperar, podría dejar sin respuesta de empoderamiento al pueblo dominicano y terminar hundiéndolo, viviendo como en la fábula de Stalin y la gallina desplumada.
Este último gobierno se ha caracterizado por una política pura y dura a favor de esos intereses particulares, contrario a los intereses del pueblo, adquiriendo un enorme endeudamiento público, gastos corrientes exorbitantes y una bajísima inversión de capital, junto con una pésima institucionalidad, como es el préstamo de 25 mil millones al sector financiero del país, camuflándolo como un anticipo. Definitivamente, la intención parece ser llevar a la miseria a la clase media y entregar todas nuestras riquezas a las élites económicas y financieras, en un sistema político representado por hombres y mujeres que carecen de conciencia social, moral y patriótica.
La dolorosa verdad es que, durante más de dos décadas, el capital humano de nuestro país ha sido abandonado a su suerte. La falta de oportunidades para recibir una educación y capacitación de calidad ha dejado a generaciones de ciudadanos sin presente ni futuro, luchando por mantenerse a flote en una economía que cada vez los excluye más y a la vez favorece más a los ricos y poderosos.
En el Frente Cívico y Social, estamos en pleno acuerdo con las recomendaciones del Banco Mundial, que incluyen mejorar la calidad del capital humano, un sistema tributario progresivo acorde a nuestra constitución social y democrática de derecho, también fomentar mercados competitivos, modernizar la estrategia de innovación, reducir las ineficiencias del gasto público y fortalecer la resiliencia frente a eventos extremos, especialmente el cambio climático.
Estas recomendaciones son un camino claro hacia un futuro donde la democracia triunfa sobre la plutocracia. La clase media, el corazón de nuestra sociedad, no debe ser sacrificada en el altar de los intereses de una élite. Es hora de tomar una postura, de exigir un cambio y de luchar por un país donde reine el orden, la justicia y la igualdad de oportunidades. Juntos, podemos hacerlo. La voz del pueblo es fuerte, y en el FCS, estamos listos para escuchar y actuar. La dirección es clara, y el momento de actuar es ahora.
¡Despierta, RD!