Sociedad sorprendida de que PRM participe en crimen organizado, aunque su conducta no ha sido para menos.

Prácticamente nadie se sorprende de que tantos perremeístas estén involucrados con el crimen organizado porque su conducta no ha sido para menos desde antes y después de llegar al poder.

Durante la pasada campaña electoral los candidatos del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se dedicaron a cometer los mismos ilícitos de quienes ellos criticaban, como los que se postulaban por el Partido de la Liberación Dominicana, entre otras organizaciones del sistema.

Se veía por doquier que los dirigentes del PRM pagaban 300 y 500 pesos por la compra del voto ante la presencia de todo el que transitaba por las calles del país, lo cual dejó claro que la falta de escrúpulos y de ética no era sólo de los que estaban en el Gobierno, sino de todos los partidos que participaron de la contienda electoral.

El PRM, que es una réplica del PRD, hasta ahora no ha guardado las apariencias, ya que sus dirigentes se dedicaron a armar componendas con funcionarios de la Junta Central Electoral (JCE) para despojar a sus aliados de candidaturas que habían sido consensuadas y que eran parte de la coalición que se había formado.

Para ese propósito muchos dirigentes del PRM se dedicaron hasta a falsificar documentos para colocar sus candidatos en vez de los que había aprobado la coalición, como por ejemplo en el municipio de San José de las Matas que para despojar a los partidos aliados de candidaturas a regidores se alteraron una serie de documentos, que permitió que al final quedaran en poder del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y de su candidato alcalde de allí, Alfredo Reyes.

La compra de votos fue bestial, pero además se produjo una campaña desleal en contra de los aspirantes de la coalición y sólo fueron promovidos los que pertenecían al Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuya situación era perfectamente conocida incluso por el propio candidato presidencial, Luis Abinader.

De igual modo debe decirse que en el marco de ese mal comportamiento de los perremeístas se suma el hecho de que los más altos dirigentes sabían perfectamente que muchos de los candidatos de ese partido habían establecido acuerdos con personajes del crimen organizado para que les financiera su campaña electoral.

La práctica anti ética de los perremeístas se pudo observar durante toda la campaña electoral y ese mal comportamiento se reprodujo no bien llegaron al poder, ya que este partido se dedicó a excluir a los que habían sido sus aliados para vencer al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Lo primero que se comprueba no bien llega al poder el PRM es que la palabra del funcionario carecía de credibilidad y que sus promesas eran como lo que el viento se llevó y posteriormente se produce un manejo sin ningún tipo de planificación en el control del Estado.

No hay ningún perremeísta que pueda sostener que sus principales dirigentes, incluido el propio candidato y ahora presidente de la República, que no supiera que muchos de sus candidatos estaban vinculados al bajo mundo o al narcotráfico, ya que algunos de los postulados eran convictos por provenir de negocios de la venta de estupefacientes.

De manera, que el PRM, muchos de cuyos dirigentes han mostrado una rabiosa oposición a que se designara un Ministerio Público independiente, pero que Luis Abinader en realidad no -tenía como rehuir a una promesa que había hecho a la sociedad civil y a todo el pueblo dominicano.

Por esta razón, no deja de ser una salida política del PRM apoyar las acciones del Ministerio Público, pese a que es el partido más perjudicado con las mismas en razón de que tal vez nunca antes se había visto tantos funcionarios públicos involucrados con la narcopolitica.

Lo más preocupante y peligroso del asunto es que los perremeístas mantienen una posición invariable con relación a los escándalos, como si no se tratara de un problema que les afecta de manera muy directa.