Precandidatos se pelean entre sí y diferencias podrían dividir grupo Danilo

Por Elba García

Las diferencias entre los precandidatos danilistas vislumbran una división al interno del grupo que lidera el presidente Danilo Medina, cuya razón principal es la posición privilegiada que proyecta el que menos escrúpulos exhibe de los aspirantes.

Ayer se produjo el abandono de la carrera presidencial de Carlos Amarante Baret, quien se quejó y atribuyó su retiro a los favores que exhibe desde las altas instancias del estado el renunciante Ministro de Obras Públicas, Gonzálo Castillo.

Sostuvo que su renuncia a continuar su lucha por convertirse en candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es en virtud de que hay una competencia desigual, ya que Gonzálo Castillo recibe en su favor todos los recursos que proporciona el Estado.

Carlos Amarante Baret es de los principales activistas danilistas y quizás el que más ha enfrentado con mucha crudeza   al expresidente Leonel Fernández, pero parece que eso no le ha servido de mucho, ya que el presidente Medina no disimula su apoyo en favor de castillo.

Otro que parece no estar muy contento es Reinaldo Pared Pérez, también un danilista a carta cabal, cuyos hermanos son de los hombres de mayor confianza de Danilo Medina, pero éste ya ha mostrado algunas intenciones, incluso, de apoyar algunas de las causas de Leonel Fernández, principal rival de Medina.

Francisco Domínguez Brito también ha mostrado su disgusto con Gonzalo Castillo, cuyas aspiraciones en los últimos días parecen haberse fortalecido con el apoyo de su precandidatura de figuras importantes de la vida política y ciudadana de la República Dominicana, pero que no muestra estar en capacidad de vencer a Gonzalo Castillo.

Los demás aspirantes, entre ellos Temístocles Montás y Radhamés Segura, son de los que más rezagados se observan, pero que no dejan de estar molestos, dado que se atribuyen méritos que los hacen acreedores para encabezar la boleta como candidatos presidenciales del PLD.

Otro aspirante, que podría decirse que creció como la espuma en lo que respecta a la ocupación de posiciones importantes en el gobierno, ya que pasó prácticamente de la nada a Ministro de Relaciones Exteriores y posteriormente a educación, gozó al principio del señalamiento de que era el delfín del presidente, pero en el proceso no ha podido jugar un papel de primer orden entre los aspirantes.

Por las causas anteriormente citadas, los aspirantes danilistas se han enfrascado en una lucha entre sí, que los lleva a crear fricciones insuperables entre los precandidatos del mencionado grupo, que indefectiblemente los va a llevar a adoptar posiciones luego de concluido el proceso de precampaña tal vez hasta de confrontación con su líder.

Todo este cuadro mantiene al principal contrincante de Danilo Medina, el ex mandatario Leonel Fernández, prácticamente en una actitud, principalmente de observación, como si apostara a la autodestrucción del grupo que le adversa para que él encabece la boleta de su organización.

La pregunta que se impone es en si medio de tantas dudas y escepticismos  el candidato predilecto o que quede en primer lugar en las encuestas que se preparan para escoger el que se enfrentará a Fernández, pierde internamente en la primaria, ¿apoyará el presidente al exmandatario si él saliera triunfador en esa competencia?

La realidad es que nadie es adivino para saberlo, pero la magnitud de la confrontación es tan ácida, que no se puede dudar que el presidente se incline por una acción insospechada para cerrarle el paso a Leonel Fernández, por lo que no es descabellado considerar que hasta podría venir hasta con un total apoyo a la oposición, concretamente al Partido Revolucionario Moderno (PRM), a través de un acuerdo que implique una modificación constitucional que permita que el presidente se presente como candidato en el 2024.

Sólo falta tener un poco de paciencia y esperar la culminación de uno de los procesos que permitirá tener una visión más certera de lo que ocurrirá en un proceso electoral caracterizado por enredos entre diferentes corrientes de la vida política nacional, sin que ello quiera decir que en esas diferencias haya una pequeñita dosis de posiciones ideológicas confrontadas.

La verdad indiscutible es que en el PLD se han formado dos corporaciones económicas que mantienen una destructiva confrontación, pero que además matan las esperanzas de que en la República Dominicana pueda producirse un proceso de adecentamiento y cambios profundos en la sociedad