SANTO DOMINGO. La incertidumbre en el cronograma electoral y los “ruidos” que ha tenido la actual Junta Central Electoral (JCE) por el manejo de los temas, comienza a generar preocupación ante lo complejas que serán las elecciones para las que apenas faltan dos años.
La Junta Central Electoral ha perdido casos claves para dar una imagen de autoridad y de precisión en materia electoral, como el cambio en la asignación del orden de las boletas, medida que ya había tomado la anterior Junta, y el caso del no pago de la deuda de US$13.9 millones por la compra de equipos utilizados en los comicios del 2016, que la Cámara de Cuentas recomendó pagar a esa empresa de capital español.
Caso que parece también tenerlo perdido, pues ha pospuesto la decisión del Pleno del organismo sobre el pago, a la opinión de un grupo de asesores técnicos de universidades que le dirán qué hacer con los equipos, que se compraron por US$37.9 millones.
Todo esto, a pesar de que salió a la luz pública un informe técnico elaborado por la Dirección Informática de la propia Junta, en el que se recomienda no utilizar para las elecciones de 2020 los equipos adquiridos, por su ineficiencia, pues un 36% de los Colegios Electorales no transmitió ningún dato y aproximadamente el 58% de las relaciones de votación del nivel C1 fueron procesadas de forma manual.
Al organismo electoral se le acusa de tomar medidas sin el consenso necesario, como el de la asignación de apellidos.
El politólogo Daniel Pou consideró que podrían concitar dudas algunas declaraciones “poco afortunadas” del presidente del organismo con relación al futuro certamen electoral.
“He pensado que el doctor Castaños debe cuidar sus declaraciones y restarle en lo más posible los matices dramáticos con que a veces acompaña sus afirmaciones”, indicó.
Pou estimó que Castaños “debe ser más sobrio; a veces parece un hombre de poco carácter y por demás, parece querer concentrar la atención de la prensa más en su persona que en la institución que representa”.
El propio presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, manifestó la semana pasada que todavía hay incertidumbre, debido a que no han sido aprobadas las reglas para las elecciones de 2020.
Las elecciones del 2020 implican la confección de 450 tipos de boletas electorales por el ingrediente de 1,164 regidores y sus suplentes y 730 vocales que correrían en campaña promocionando con foto personalizada en la boleta sus aspiraciones, dijo.
Las próximas elecciones del año 2020 están proyectadas que sean con un padrón de 7,834,000 electores para elegir a 4,106 cargos de elección popular, incluyendo los 3 niveles de elección, presidencial, congresual y municipal, en las dos elecciones obligatorias.
La gran condicionante son las dudas de la aprobación de la Ley de Partidos, aunque no tanto la de la nueva Ley Electoral, ya que genera menos conflictividad en los partidos políticos.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) está dividido sobre las primarias en la Ley de Partidos, pero ya antes el proyecto que había presentado fue rechazado por sectores de la sociedad civil y la oposición, por no contar con los controles suficientes en los gastos de campaña.
Castaños ha reiterado que las elecciones de 2020 tienen la complejidad del voto preferencial para elegir a los regidores en el nivel municipal, lo que les plantea una situación de difícil manejo en el conteo, porque se agrega al voto preferencial de los diputados.