El discurso anticorrupción que levanta el PRM ha perdido impacto; Mejía calificó sometimientos como “un show”
El presidente Danilo Medina realizó el pasado jueves una visita sorpresa al complejo de salud Luis Eduardo Aybar.
Tras el sometimiento a la Justicia de 14 personas acusadas por la Procuraduría de supuestamente recibir soborno de la constructora Odebrecht, el ambiente de presión contra el gobierno del presidente Danilo Medina que reinó en el país los primeros seis meses de este año, ha cambiado. Ahora el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el principal de oposición, ha pasado a la defensiva y en cierta medida ha perdido el discurso anticorrupción que ha asumido, pues su presidente, Andrés Bautista y otros cinco dirigentes, han sido acusados de supuestos actos de corrupción por el Ministerio Público.
El expresidente Hipólito Mejía deploró las fallas en el expediente que presentó la Procuraduría.
“Dijeron que uno de los imputados tenía cien millones y es un millón, primer embuste; segundo, que usted califique al presidente de mi partido, mi amigo y hermano Andrés Bautista, de ser quien aprobó el préstamo, y él no estaba, ni aprobó el préstamo, segundo capítulo; tercer capítulo, que metan en la investigación del 2002 al 2004 y es del 2000 al 2014 de acuerdo a la recomendación de Brasil. ¿Usted cree que con esos parámetros podemos sentirnos nosotros convencidos de que eso no es un show?…Yo puedo estar satisfecho con eso, no, yo estoy en contra de la putrefacción de la Justicia”, declaró Mejía durante su visita a la Feria del Mango de Baní, provincia Peravia.
La pasada semana, el PRM en una reunión de su Comisión Política aprobó una resolución que declara a los dirigentes de la organización implicados en el caso como “presos del presidente Danilo Medina”. También está realizando asambleas con sus cuadros para que los abogados expliquen a la militancia que no hay prueba contra los dirigentes y por ende se trata de supuestas acciones políticas.
Contrario al PRM, para el Gobierno el sometimiento de las personas involucradas en el escándalo ha significado “un respiro” ante la situación de presión que ha recibido, en especial del Movimiento Verde. Aunque el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal, dijo que Medina se mantuvo enfocado en su agenda de gobierno a pesar de la presión interna y externa por el caso, es evidente que el Gobierno “respira otro aire”.
Una acción contundente fue la colocación en el mercado internacional bonos por 500 millones de dólares para terminar las plantas de Punta Catalina. El ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, declaró que es una muestra de la confianza de los mercados internacionales en la estabilidad económica del país.
Además, el presidente Medina ha asistido a la inauguración de varias escuelas y de la planta Los Mina VII de AES Dominicana. Durante estos meses, el presidente Medina ha mantenido su agenda de gobierno y una muestra es la continuidad de su programa de visitas sorpresa que hace cada domingo.
A eso hay que agregar que el Gobierno ha mejorado la estrategia frente al Movimiento Verde, y optó por ignorar su última manifestación. Reacciones contrarias a esas había exhibido desde enero, cuando se hizo la primera manifestación, que el Gobierno a través del Ministro Gustavo Montalvo, dijo que apoyaban la manifestación. Luego, con la marcha de Santiago el Gobierno acusó a los gestores del movimiento de intento de desestabilizar el país, lo que generó un mar de críticas.
Prueba de fuego para Medina
La era del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el poder que inició en el 2004 y va por 15 años, se ha caracterizado por el clima de crecimiento económico y estabilidad en todos los ámbitos de la vida nacional. Hasta ahora el escándalo de corrupción relacionado con la constructora Odebrecht ha sido la mayor prueba que ha enfrentado esa organización en sus años en el poder, específicamente el presidente Medina, que en su primera gestión gobernó con el viento a su favor y hasta sin oposición.
El escándalo de la constructora ha sido una verdadera prueba de fuego para el gobernante por las tensiones internas y externas que ha generado el caso, sus implicaciones políticas y hasta las amenazas de una posible crisis económica como consecuencia de ese hecho.
En su discurso de rendición de cuentas del 27 de febrero pasado, el gobernante trazó la pauta de cómo manejaría la situación. “No existen vacas sagradas en este gobierno, ni existirán vacas sagradas fuera de él mientras yo sea el Presidente de la República”, expresó Medina.
Entre los sometidos figura un ministro de la administración de Medina y figura clave del PLD, Temístocles Montás, así como otros dos miembros del Comité Político, el senador Julio César Valentín y Radhamés Segura. También el secretario de la finanzas del PLD, Víctor Díaz, y el senador Tommy Galán. En el PRM los dirigentes sometidos son cercanos a Mejía de quien se dice tiene buena relación con el presidente Medina.
Las marchas siguen y no se puede cantar victoria
Aunque el caso Odebrecht ahora está en manos de la Justicia, la presión de la calle sigue, pues según el movimiento verde aún faltan personas que supuestamente han cometido actos de corrupción y no han sido sometidas. Para el 16 de julio, el movimiento convocó una concentración nacional en la capital. Además el presidente Medina ha sido objeto de críticas porque supuestamente escogió sus enemigos internos y externos para incluirlos en el expediente y ninguno de sus colaboradores íntimos. Las personas sometidas fueron mencionadas en las delaciones premiadas que hizo en Brasil el presidente de Odebrecht en la República Dominicana, Marcos Vasconcelos. El politólogo Belarminio Ramírez ha dicho que sería prematuro decir si el presidente Medina saldrá afectado o no del rumbo que tome el caso. Sin embargo, dijo que en esta primera fase el manejo que se ha dado al caso ha mejorado la confianza en la Justicia.
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