SANTO DOMINGO.- Miriam, Germán, procuradora general, advirtió que sin recursos la lucha contra la corrupción no podrá ser exitosa en la República Dominicana.
Dijo que al exiguo presupuesto de la Procuraduría se suman deudas millonarias y una nómina “supernumeraria” dejadas por pasadas administraciones; las bajas recaudaciones por servicios y los reclamos de personas desvinculadas de la institución.
La funcionaria hizo estas declaraciones al periódico Hoy, el cual las reseña en su edición de este lunes.
Indicó que la deuda de RD$2,400 millones que ella encontró al asumir el cargo la ha obligado a incurrir en otras para poder ir haciéndole frente a “asuntos apremiantes”.
Explicó que el trabajo que ha realizado en la Procuraduría General ha significado un gran esfuerzo de los departamentos encargados de la persecución de la corrupción, los cuales dijo, tienen una asignación extra para cubrir esas operaciones.
Sin embargo, dijo que esa asignación es muy limitada y ella no puede incrementarla “porque el que multiplicaba panes y peces era Jesús, no yo”.
Informó que en la actualidad hay alrededor de 500 casos de denuncias y querellas por corrupción, de los cuales más de la mitad corresponden a expedientes viejos “que encontramos arrumbados en la PEPCA donde nunca se les dio salida”, no se sabe por orden de quién».
Refirió que con el “boom” de denuncias de los últimos tiempos, las investigaciones que eso conlleva, y el proceso para la judicialización de casos, el trabajo en la PGR se ha incrementado mucho, y se necesita la contratación de personal especializado como son contadores forenses, tasadores y muchísimos otros instrumentos.
Explicó que ese personal especializado es muy necesario porque, “sin menoscabo del reclamo de la gente, hay que buscar un equilibrio entre ese reclamo y la necesidad de instrumentar un proceso correctamente, de manera que si llega al fondo, no se caiga”.
De ocurrir eso, sería un desperdicio todo el esfuerzo que se está haciendo “y también ofende la esperanza de la gente que reclama, que muchas veces el reclamo es fundado, y que no obedece necesariamente a una pasión ni a una retaliación”, dijo en su forma pausada y determinante Germán Brito.