Osiris Rivas dijo que si a Portorreal Mendoza se le diagnostica alguna patología psiquiátrica seria, no puede estar en una cárcel general, sino de máxima seguridad.
El profesional de la conducta, oriundo de Moca y quien trabaja desde hace seis años como psiquiatra forense para el estado de Nueva York, en Estados Unidos, dijo que allí está a cargo de dos unidades, una de mujeres y otra de hombres.
“En esa cárcel-hospital de máxima seguridad en 70 y más años de existencia solo se han escapado dos personas, una de ellas aún vive y lleva más de 40 años allí”, precisó.
El psiquiatra dominicano dijo que la cárcel-hospital “Mid-Hudson Forensic Psychiatric Center” tiene como director de Operaciones a un dominicano de la capital, otra psiquiatra dominicana oriunda de Baní que realiza la mayoría de las evaluaciones y a él que también trabaja como psiquiatra forense. “Aunque no he hablado con los otros dominicanos, estoy seguro que nosotros tres podríamos ofrecerle asesoría sobre cómo debe funcionar un hospital psiquiátrico forense y las instalaciones de la planta física”, indicó Rivas.
Explicó que la seguridad es tan estricta en esa cárcel-hospital de Nueva York que para llegar a su oficina debe pasar un detector de metales, una máquina de Rayos X y un total de nueve puertas.
“Cada empleado recibe un set de llaves con numeración que debe entregar al final de su turno. Si el empleado por error se lleva ese set de llaves, mandan a la seguridad hasta con policías a buscarla; y si la llave principal se pierde, hay que reemplazar todas las cerraduras, lo que costaría miles de dólares”, agregó.
Consideró que quizás no se pueda tener un sistema tan estricto en República Dominicana, pero sí algo parecido. Rivas hizo su propuesta a raíz de las opiniones de los psiquiatras José Miguel Gómez, Fernando Sánchez Martínez, Ángel Almánzar y Julio Chestaro, quienes en entrevistas para LISTÍN DIARIO plantearon que Portorreal Mendoza (Chamán o El Metálico) es un psicópata sin ningún arrepentimiento por los crímenes cometidos.
Portorreal Mendoza mató a su pareja Reyna Isabel Encarnación y a sus hijastros Daniela, de 12 años; Ángela, de seis, y Rahamín, de nueve, cuyos cadáveres fueron encontrados cuatro días después en estado de descomposición, por el hedor proveniente del apartamento donde residían, en el sector Enriquillo del kilómetro 8 de la carretera Sánchez.
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