Agencia Efe
BOGOTÁ.- Miles de estudiantes colombianos de universidades públicas y privadas protestaron este jueves por las calles de las principales ciudades del país en rechazo a la corrupción educativa, pidiendo que el Gobierno cumpla acuerdos suscritos el año pasado y terminaron en pequeños enfrentamientos entre la Policía y encapuchados.
“Los estudiantes marchan en contra de la brutalidad policial, la corrupción administrativa en varias universidades y por el cumplimiento total de los acuerdos firmados con el Gobierno”, dijo a Efe Guillermo Fonseca, de la Red de Derechos Humanos.
En Bogotá, en donde las manifestaciones fueron las más numerosas, varios periodistas fueron intimidados por desconocidos, y los mismos estudiantes los alejaron por lo que la situación no pasó a mayores.
Las movilizaciones de Bogotá estaban encabezadas por alumnos de las universidades públicas como la Distrital, la Nacional y la Pedagógica, a los que se unieron estudiantes de las privadas Javeriana, Rosario y los Andes.
Durante el recorrido aparecieron encapuchados que hicieron pintadas en edificios, comercios y cajeros electrónicos, donde rompieron vidrios.
En algunos trayectos hubo conatos de enfrentamientos entre encapuchados y la Policía que lanzó gases para evitar que el orden público se saliera de control.
Los momentos más tensos en Bogotá ocurrieron al cierre de las protestas cuando la Policía, que en la entrada de la Corte Suprema de Justicia fue atacada con piedras, botellas y pintura.
La situación fue controlada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía que desalojó la Plaza Bolívar, donde está ubicada la corte.
Las fachadas de la Alcaldía de Bogotá y de la catedral Primada de Colombia fueron protegidas con mallas pero estas fueron rasgadas por encapuchados que hicieron algunas pintadas.
Al hacer un balance de la jornada el ministro de Defensa, Guillermo Botero, destacó que “ha sido una protesta pacífica en general” aunque hubo “algunos eventos lamentables” que afectaron bienes públicos, comercios y entidades bancarias, entre otras.
Detalló que en Bogotá los violentos trataron de “incendiar el cerramiento de la Alcaldía de Bogotá” pero que en general el ESMAD actuó con “contundencia” pero con “prudencia”. No informó de lesionados o heridos.
Indicó que hubo desmanes en Barranquilla, en Quibdó, capital del departamento del Chocó, en donde quemaron neumáticos; en Pasto, Popayán, Bucaramanga y Tunja.
Puntualizó que en la caribeña Barranquilla, la sede de la candidata a Gobernación del Atlántico, Elsa Noguera, fue atacada por encapuchados que también dañaron vallas de políticos locales.
Al respecto Noguera dijo: “entendemos que los actos vandálicos no son en contra de nuestra campaña, son en contra de la democracia, de la gente que es libre en elegir. Cómo ciudadana, más que como candidata rechazo cualquier acto de violencia que altere el orden público en Barranquilla o en el departamento”.
La candidata expresó su respaldo a las protestas de los estudiantes pero hizo un llamado para que realicen sus manifestaciones respetando los derechos de los demás.
Por su lado el director de la Policía, general Óscar Atehortúa, aseguró que los estudiantes se “portaron bien” en las movilizaciones y que en Bogotá no hubo detenidos por los desmanes.
Añadió que sí hubo infiltraciones en las marchas, pero no al nivel que se esperaba y que el Esmad tuvo seis enfrentamientos en el país, dos de ellas en Popayán (suroeste), pero que en esos enfrentamientos no dejaron lesionados.
“Todo coincide con los parámetros que se habían establecido. Algunas personas que utilizaron overoles especiales, se presentaron personas que utilizaron capuchas, sabíamos que llevaban spray y pinturas para tratar de realizar grafitis, atacaron a la fuerza pública, algunos de ellos estaban con elementos contundentes y esto demuestra que sí hubo infiltraciones pero fueron la menor cantidad de personas”, dijo el general Atehortúa.
Las protestas de los estudiantes tienen su origen, según ellos, en que el Gobierno no ha cumplido acuerdos pactados el año pasado y que incluyen inversiones para las universidades por 4,5 billones de pesos (unos 1.300 millones de dólares), la brutalidad policial y la corrupción en la educación, especialmente en la Universidad Distrital y la Pedagógica de Bogotá.
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