Agencia Efe
Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, reunirá mañana miércoles y el jueves en el balneario de Sochi (mar Negro) a 43 líderes de Estados africanos y a representantes de los otros once países del continente en la primera cumbre Rusia-África.
“Nuestra agenda africana es positiva…Nosotros no nos aliamos con alguien contra terceros y rechazamos firmemente los juegos políticos, sea de quien sean, en torno a África”, dijo Putin en una entrevista a la agencia TASS en vísperas de la cumbre.
La cita, que se celebrará a partir de ahora cada tres años, es el primer intento del Kremlin de restablecer los lazos que tenía la Unión Soviética con el continente africano y recuerda al programa de cooperación lanzado por China en el 2000.
Putin presidirá la cumbre -que también incluirá un foro sobre diversos asuntos económicos y de seguridad- junto al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, con el que mantendrá una reunión bilateral que podría propiciar la reanudación de los vuelos con el país árabe suspendidos por la amenaza yihadista.
Además de los jefes de organizaciones regionales como la Unión Africana (UA), la Unión del Magreb Árabe o el Banco Africano de Desarrollo, han sido invitados más de 10.000 representantes de la sociedad africana, principalmente empresarios.
Uno de los asuntos clave será la cooperación entre dichas organizaciones y la Unión Económica Eurasiática liderada por Rusia y que incluye también otros cuatro países del espacio postsoviético: Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguistán.
Según el Kremlin, que no dudó en calificar de “grandiosa” la cumbre por su número “récord” de participantes, Putin tiene previsto también celebrar reuniones bilaterales con los líderes de Sudáfrica, Nigeria, República Centroafricana, Argelia o Angola.
En vísperas de la cumbre, Putin destacó el papel jugado por la URSS en la liberación de los pueblos africanos y su oposición al racismo y al “apartheid”, y recordó que “miles” de africanos cursaron estudios en universidades soviéticas y rusas.
“Vemos que una serie de países occidentales recurren a la presión, la intimidación y el chantaje de los gobiernos soberanos de los países africanos”, denunció.
Y recordó que Rusia ha condonado en las últimas tres décadas a los países africanos 20.000 millones de dólares en deuda externa contraída con la antigua Unión Soviética y ofreció la ayuda de Moscú para combatir el yihadismo en el continente.
Rusia también quiere promover la cooperación en la explotación de los recursos naturales de África, ya que en muchos casos los intercambios comerciales se han limitado a la compra de armamento, especialmente del legendario fusil Kaláshnikov, que incluso figura en la bandera de Mozambique.