El 8 de septiembre fue declarado Día Intl. de la Alfabetización por la ONU y la UNESCO, en 1967.
En el Callejón de Zoila, de la Puya de Arroyo Hondo, Norca Montero acude religiosamente a su Núcleo de Aprendizaje dos veces por semana.
Jorqui Ruíz, de 28 años y oriundo de Barahona, trabaja como motoconchista en la Capital y es uno de los 39,292 egresados de “Quisqueya Aprende Contigo”
Ramón Evangelista, quien reside en Fantino y se alfabetizó en el Centro Penitenciario Palo Hincado de Cotuí, pasó de cumplir su condena a leer la Biblia en la iglesia todos domingos.
Emilia Lara, residente en el sector La Zurza, admite haber confrontado múltiples problemas, sobre todo económicos, a causa del analfabetismo.
Identificar una dirección, llenar un formulario, firmar la cédula y obtener una licencia para conducir. Leer letreros, periódicos y libros. Sacar las cuentas de un negocio y anotar los resultados al medir. Desenvolverse en el barrio, la escuela de los hijos, la clínica, el banco, las tiendas y la iglesia… Son acciones que, aunque parecen comunes, son enfrentadas con una especie de ‘ceguera’ civil por 12.8 % de la población dominicana mayor de 15 años: la iletrada.
«Cotorra vieja no aprende a hablar» es un refrán que está por verse en el caso de las 357,929 personas mayores de 15 años que, según la Unidad de Monitoreo y Evaluación de la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep), están inscritas a la fecha en el Plan Nacional de Alfabetización «Quisqueya Aprende Contigo» para superar el analfabetismo y mejorar su calidad de vida.
Hace apenas un año, estos participantes formaban parte de los 851,396 jóvenes y adultos que declararon no saber leer ni escribir en el IX Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Sin saberlo, Emilia Lara, Norca Montero, Jorqui Ruíz y Ramón Evangelista engrosaban esa estadística y desertaron el mismo día en que decidieron enlistarse en las filas de los 27,533 grupos (Núcleos de Aprendizaje) dirigidos por 26,971 alfabetizadores en todo el país.
Así lo certifica el informe oficial de la Digepep al 5 de septiembre, que también da cuenta de que este proyecto, promovido por el Estado dominicano a través del Decreto Presidencial No. 546-12 del 10 de septiembre de 2012, no solo ha impactado a 42 % de la población no letrada, sino que enarbola como su gran meta: «En 2014 la República Dominicana será un territorio libre de analfabetismo».
Mientras la Unesco afirma que 774 millones de adultos en el mundo no saben leer ni escribir; la Cepal vaticina que el país podría no garantizar una enseñanza primaria universal en 2015; y los expertos locales discuten si el nuevo Plan Nacional de Alfabetización cumplirá o no con las expectativas, millares de dominicanos como Emilia, Norca, Jorqui y Ramón dedican seis horas de la semana al aprendizaje de la lectoescritura y de las competencias básicas para un buen desempeño social, con la firme convicción de que alfabetizarse es lo mejor que les ha pasado en la vida.
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