Souza iba a prestar testimonio por videoconferencia desde el Consulado de Ecuador en Sao Paolo, pero la magistrada Daniela Camacho interrumpió el proceso a los 45 minutos de empezar.
“Camacho no dio paso al testimonio anticipado al considerar que esta persona podrá dar su testimonio en una eventual audiencia de juzgamiento”, informó la Fiscalía, que había pedido precisamente el testimonio teniendo en cuenta que “por actividades de orden laboral” el testigo “no se encontraría posibilitado de asistir a siguientes etapas del proceso”.
De Souza es requerido en el llamado caso “Sobornos 2012-2016”, que salpica al expresidente Rafael Correa y a toda una serie de altos funcionarios de su gobierno y entonces partido Alianza País.
El caso, descubierto hace unos meses, implica a más de veinte personas en una trama de financiación ilegal del movimiento oficialista a cambio de contratos públicos.
De Souza debía testificar en ese sentido sobre la entrega de sobres a unas de las implicadas, Pamela Martínez, exasistente presidencial y quien el martes responsabilizó de la trama al expresidente y a su vicepresidente, Jorge Glas, condenado a seis años por otro delito relacionado con los sobornos de la firma brasileña.
En diciembre de 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que Odebrecht pagó 788 millones de dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África.
En el caso de Ecuador, afirmó que entre 2007 y 2016 la constructora brasileña pagó coimas por más de 35,5 millones de dólares a “funcionarios del Gobierno”, lo que supuestamente le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.
En total se investigan o han sido investigados 14 proyectos de construcción que fueron adjudicados a la firma brasileña, entre ellos el emblemático Metro de Quito, a lo que más recientemente se ha sumado el caso “Sobornos 2012-2016”.