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Restauración del Hotel Mercedes en una larga espera que crea desesperanza y frustración en Santiago
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Por Elba García
El antiguo Hotel Mercedes se desmorona ante la espera de su anunciada restauración por parte del Gobierno, cuya deficiencia, no solo impacta de muy mala manera a las autoridades, sino también a los ciudadanos de Santiago que la han esperado por largo tiempo para sentirse espiritualmente mejor.
Durante décadas este hotel, que fue el primero que se creó en el país en el año 1929, representa la cara más fea de Santiago, segunda ciudad en importancia del país, ya que se mantiene en un estado de abandono que sirve como espejo para medir muchas otras cosas que no se ven en una sociedad y un Estado que tiene una fuerte vocación por el abandono y la politiquería.
Es, sin lugar a dudas, la cara fea del histórico Santiago dormilón, cuyos aportes al producto interno bruto son definitivamente muy cuantiosos, pero que parece que el presupuesto del Gobierno no alcanza para darle otra cara al progresismo y desarrollo de que tanto se habla.
Tanto es así que cuando el presidente Luis Abinader fue a dejar iniciado los trabajos de restauración del Hotel Mercedes muchos ciudadanos lo vieron como un engaño el hecho de que se hiciera un acto del inicio de los trabajos de remozamientos del lugar sin ni siquiera haber puesto una sola pieza de construcción con la que buscan cambiar el drama del más viejo hotel del país.
Este periódico La República, que está ubicado exactamente al lado del que fuera un famoso hotel de la ciudad, se puede dar el lujo de ver cómo se coloca una hoja de zinc del viejo lugar y luego pasan meses sin mover absolutamente nada del proceso de restauración como si todo estuviera planificado para que la remodelación del mismo se produzca cuando hayan pasado varias décadas.
Pero el hecho de amagar y no dar sumerge a Santiago en la más profunda de las frustraciones y caminar por el entorno del Hotel Mercedes crea la sensación de que todo murió y que llevarla al nivel de una gran metrópolis es una misión imposible.
Los niveles de arrabalización del Centro Histórico de Santiago se complica porque han sido innumerables las casas victorianas y republicanas convertidas en patrimonio cultural, pero que las mismas se caen a pedazos en el mismo corazón de la ciudad como una expresión de la falta de planificación y de la inexistencia de un presupuesto para que Santiago ocupe un lugar de preponderancia en lo que respecta al pilar de la economía nacional como es el turismo que, aunque no sea de playas, pero si histórico, ecológico y de montañas, pero todo ello no pasa de ser sólo una aspiración.
La lentitud de los trabajos de restauración del famoso y otrora Hotel Mercedes crea desesperación y desesperanza porque es como cuando alguien quiere caminar y no puede y cuya sanación llega tras ser arropado por la vejez y cuando sus estructuras ya están tan corroídas por la lluvia y el viento que no da ninguna oportunidad de una sincera renovación.