Santiago. Los índices de delincuencia han llegado a niveles alarmantes, al punto de que cuatro parques de la ciudad han sido desmantelados en los últimos días.Los delincuentes cargaron con todos los asientos y lámparas y dejaron estos espacios recreativos convertidos en un arrabal. Un levantamiento hecho por el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) establece que de alrededor de 300 policías municipales con que cuenta la alcaldía de Santiago, ninguno presta servicio de vigilancia ni de día ni de noche en estas áreas de esparcimiento.
En el parque Emiliano Tardif, construido en la cabeza del puente Hermanos Patiño, en la avenida Antonio Guzmán, de 25 bancos con que contaba, todos fueron desmantelados y sustraídos por supuestos consumidores de drogas, de los denominados piperos, para venderlos en metaleras.
No hay donde sentarse
Debido al desmantelamiento de bancos, los visitantes deben sentarse en el suelo. También cargaron con las lámparas y otros objetos de metal que consideraron de valor.
“Nadie se atreve a venir a este parque en horas de la noche, porque los consumidores de drogas amenazan a los visitantes y como respuesta de la alcaldía, lo que recibimos fue la promesa de que quitarán a un hombre que servía como vigilante”, expresó José Antonio Guzmán.
En este parque, ubicado en la calle 30 de Marzo, casi frente al Cuerpo de Bomberos, bautizado con el nombre del extinto empresario Andrés Pastoriza y que fue construido por el club Rotario, además de robar parte del iluminado, está convertido en un arrabal.
También el parque Yoryi Morel, levantado en la zona monumental, en pleno casco urbano, los delincuentes cargaron con lámparas y parte de los asientos en hierro. En total, los delincuentes robaron diez lámparas, dejando el lugar totalmente a oscuras.
Exhortan autoridades a ser más vigilantes
El parque San Martín del sector La Joya es otro de los espacios donde en varias ocasiones han cargado con parte de los asientos de hierro dejando a esta comunidad huérfana de espacio donde recrearse. Ante esta amenaza, residentes en las zonas afectadas reclaman de las autoridades actuar con responsabilidad y garantizar la vigilancia.