Santo Domingo.- El historiador Roberto Cassá cree que la producción historiográfica y literaria en República Dominicana ha mermado con las nuevas generaciones.
“No estamos en el mejor momento de producción de los intelectuales, pienso yo”, comenta cuando se le pide una valoración.
“Yo pienso que ha mermado”, dice.
“No ha habido relevo suficiente por motivos a discutir, yo no los tengo del todo claros. No están surgiendo jóvenes con producción literaria, historiográfica, en términos generales de producción de ideas”, apuntó. Cassá agrega un poco de contexto: dice que las generaciones previas a la actual ya se están agotando, lo que también influye en esa merma de producción. “Nosotros, los que hasta hace uno días éramos jóvenes, la generación a la que yo pertenezco, ya estamos en el límite de las escalas generacionales”, dice. “Y bueno, las generaciones previas ya se están agotando”.
El profesor Cassá sostiene que hace falta una irrupción de nuevos problemas que deben ser esbozados por los jóvenes. “tiene que haber un relevo generacional, no está lo suficientemente definido”, recalca.
“Yo no digo que no haya gente joven haciendo cosas, pero falta una presencia dominante y que provoque una renovación de los problemas de la cultura del país”, comenta.
sus palabras llegaron en el Desayuno del ListÍN DiARio, la cita que le juntó con ejecutivos del diario para hablar sobre el trabajo que realiza el Archivo General de la Nación (AGN), institución que dirige de manera ininterrumpida desde el año 2004.
uno de los temas centrales de esa entrevista fue la producción bibliográfica del AGN, que anualmente suele andar entre 25 y 30 libros.
pero ese promedio parece que no se cumplirá en el 2017 por una simple razón: problemas económicos.
Hoy la institución tiene una asignación económica de cinco millones de pesos para el capítulo de libros, cuando su necesidad es de 12 millones, según revela el profesor Cassá, director del Archivo General de la Nacional.
La institución tiene en carpeta unos 52 títulos nuevos, que no han visto la luz por la necesidad de recursos económicos. Es ante esa situación económica que don Roberto Cassá plantea la necesidad de acudir ante el presidente de la República, Danilo medina, para mejorar los ingresos del AGN.
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Anuncio del Archivo General de la Nación
01 Las autoridades del AGN informan que están listos para normativa ISO 30301, en sistemas de gestión de documentos.
02 Ofrecen para consulta en línea 1,984 libros de áreas de bellas artes, ciencias aplicadas, ciencias puras, ciencias sociales, filosofía y psicología, generalidades, historia y geografía, lenguaje, literatura y religión.
03 Disponen de archivos fílmicos en distintos formatos, que requieren ser restaurados y conservados para ser puestos a disposición de los investigadores.
04 El AGN se encuentra en la organización, para el mes de agosto, del primer seminario en el que historiadores y docentes analizarán la enseñanza y el aprendizaje de la historia.
Del desastre a una cultura de archivo
El profesor Roberto Cassá tiene una manera muy sencilla de describir los archivos de las instituciones del país hace trece años: un desastre. Y el principal desastre lo era el Archivo General de la Nación, al que llegó en el año 2004.
Estar ahí en ese año, admite Cassá, era enfermizo. “Ahí había un polvo que enfermaba”, dice. Ese AGN que hoy muestra como creador de una cultura archivística en el país era una imagen macondiana hace 13 años, sostiene.
“La tradición es que los archivos de las instituciones públicas eran un desastre. Empezando por el Archivo General de la Nación que eso era macondiano, no es que nos lo contaron, nosotros lo vivimos”, señala Cassá.
El gran problema que enfrenta la cultura archivística que van implementando en el país, dice el historiador Cassá, es que el archivo se consideraba como un estorbo. Como una disposición que solo “le restaba” espacio físico a las instituciones.
“Antes la destrucción era sistemática para ganar espacio. Completamente absurda”, se lamenta Cassá ante la mirada absorta del equipo de redacción del ListiN. ¿se destruía para ganar espacio? se le insiste y asiente.
Lo repite: “sí, solo para ganar espacio.
una cosa absurda”.
“El gran problema es que se considera un estorbo la existencia del archivo, o se consideraba, ya eso está siendo cambiado.
Eso se ha ganado en el país”, indica.
Ese avance en la clasificación y orden del Archivo General de la Nación que todo mundo valora ha pasado en gran parte a las instituciones archivísticas, cuenta Cassá. “Hoy se destruye mucho menos que antes”, asegura.
Cada año el Archivo General de la Nación recibe en promedio a cinco mil personas, interesados en realizar consultas a los documentos y obras que allí se guardan. En los picos más altos de asistencia en búsqueda de servicios, el número de personas puede llegar hasta seis mil.
listindiario.com
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