La mayor central sindical brasileña, que apoya la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, tenderá una red entre la militancia para buscar el voto de la llamada «nueva clase media», un grupo que experimentó el ascenso social pero está, en muchos casos, alejado de la participación política.
Así lo anunció este miércoles el presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, quien mañana acompañará a Rousseff en su primer mitin de campaña para las elecciones del 5 de octubre: un acto con sindicalistas en Guarulhos, uno de los municipios del área metropolitana de Sao Paulo.
«Buscaremos representar a estos trabajadores. Una cosa fue sacar a los trabajadores de la línea de la miseria, otra es que tengan pleno empleo y otra más es organizarlos. Se los llamó nueva clase media pero para nosotros es la nueva clase trabajadora», dijo Freitas al referirse al grupo que la CUT tiene en su mira de cara a la campaña electoral.
El líder de la central obrera más grande de América Latina, que representa a 25 millones de trabajadores y es considerada el brazo sindical del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), se refirió así al ascenso social de casi 40 millones de personas en la última década que conforman la llamada «nueva clase media» brasileña.
La CUT también pretende que si Rousseff logra un segundo mandato sea «más popular» e incluya en su agenda las principales reivindicaciones de los sindicatos, como el aumento del salario mínimo, reforma tributaria y mejor distribución del ingreso.
«El lanzamiento de la campaña con el sector obrero le da a Dilma un carácter altamente popular. Ella sabe que tiene más posibilidades de vencer con el apoyo de la clase trabajadora. Ahora ella debe recoger los votos y tener la aceptación de este nuevo Brasil que Lula y ella construyeron en 12 años», dijo Freitas.
La CUT ofrecerá, según Freitas, su red de la militancia sindical para que ayude en la búsqueda de la reelección de Rousseff, quien lidera las encuestas de intención de voto.