Soldados estadounidenses quemaron decenas de ejemplares del Corán (Foto: RT)
El Ejército de Estados Unidos castigará con “sanciones administrativas” por “indisciplina” a los nueve soldados e infantes de marina vinculados a la profanación del sagrado libro islámico del Corán y de cadáveres de insurgentes talibanes, ambos hechos cometidos entre los años 2011y 2012 en territorio afgano.
Aunque no han sido específicadas, las sanciones administrativas podrían incluir acciones como reducción de rango, pérdida de salario, aumento en sus funciones, disminución de sueldo, una amonestación en su expediente e, incluso, podría detener cualquier ascenso futuro y poner fin a su carrera militar.
Los soldados fueron sancionados por la quema de coranes, a principios de este año, en una base estadounidense en Afganistán; mientras los infantes de Marina fueron castigados por su participación en un video que los mostraba uniformados orinando sobre cadáveres de insurgentes talibanes.
Los tres infantes de marina se declararon culpables de los cargos de orinar sobre los cadáveres de afganos y posar luego para las fotos con los muertos.
“Estos soldados violaron el Código de Justicia Militar, al participar en la profanación y filmación de los talibanes fallecidos que se hizo pública en enero de 2012″, dijo el Ejército en un comunicado.
El comunicado no dio más detalles sobre las sanciones impuestas, pero sí señaló que la acción contra otros marines implicados en el incidente se anunciará en una fecha posterior.
El video fue publicado en varios sitios web el 11 de enero, y muestra a cuatro marines, en uniforme de camuflaje, haciendo chistes lascivos y orinando sobre los cadáveres de tres milicianos talibanes. El hecho ocurrió en julio de 2011.
Mientras tanto, otro comunicado reveló que seis soldados del Ejército recibieron castigos administrativos por su participación en la quema de ejemplares del Corán y de otros materiales religiosos.
Una investigación militar determinó que los acusados quemaron hasta 100 textos religiosos el pasado 20 de febrero, entre los que había decenas de ejemplares del Corán, libro sagrado de los musulmanes.
Ambos incidentes provocaron un tremendo descontento en el mundo musulmán y aun más deterioro en las relaciones entre Washington y Afganistán, al punto que el presidente afgano, Hamid Karzai solicitó un juicio público para los soldados.
Los castigos exactos no se han dado a conocer, pero medios árabes prevén que ante la posible falta de cargos penales, esto provoque protestas en Afganistán.