Marco Giraldo expone durante el inicio del diplomado sobre riesgos de desastres.
La población del Gran Santo Domingo es muy vulnerable a un desastre ante la ocurrencia de un sismo debido al crecimiento no planificado, la concentración de personas en zonas de peligro, las construcciones sin respetar las normas técnicas y la falta de presupuesto para adoptar medidas de reducción de riesgo.
Así lo expuso el geólogo Marco Antonio Giraldo al inicio de un diplomado para comunicadores en materia de riesgo de desastre y cambio climático que auspicia el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) junto a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), como parte del proyecto “Acciones que salvan vidas”.
Indicó que Santo Domingo durante las últimas décadas ha acusado un proceso acelerado de desarrollo que ha significado un incremento de las condiciones de vulnerabilidad de la población, sus medios de producción y servicios tanto frente a un evento sísmico, tsunamis y ciclones.
Giraldo llamó la atención sobre el actual modelo de uso y ocupación del territorio y la urgente necesidad de considerar como parte de las políticas de desarrollo las medidas de protección y seguridad que le permita a la población garantizar su vida y la sostenibilidad de sus medios de subsistencia ante posibles desastres.
Destacó que en 1950, Santo Domingo contaba con 239,464 habitantes y actualmente con 2,908,607, o sea 10 veces en 50 años, con todos lo que implica este crecimiento.
Ante la falta de prevención para reducir riesgos, Giraldo reflexionó sobre cuánto cuesta el desarrollo de una ciudad en tiempo y recursos, lo cual se puede echar por el suelo en un momento, implicando cuantiosas inversiones para recuperar la parte física en detrimento de la educación, la salud y otras áreas vitales. Ni hablar del impacto con la pérdida de vidas humanas.
También se preguntó cuantas personas conocen los riesgos a que están expuestos, cuántas edificaciones son sismo-resistentes y cuantos proyectos se han hecho sin planificación ni visión de desarrollo en la ciudad de Santo Domingo.
“Es fundamental asegurar una adecuada gobernanza en la gestión de riesgo que promueva el desarrollo de la ciudad incorporando las medidas para mitigar los riesgos existentes, evitar la generación de nuevos riesgos y fortalecer las capacidades para enfrentar los desastres y los mecanismos para la recuperación”, dijo Giraldo.
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