LONDRES. El sacerdote católico irlandés Francis Paul Cullen, extraditado de España al Reino Unido por delitos de pederastia, se declaró hoy culpable ante un tribunal de este país por abusar sexualmente de siete menores entre 1957 y 1991, informaron fuentes judiciales.
Durante su comparecencia en el juzgado de Derby, centro de Inglaterra, Cullen, de 85 años, aceptó los 21 cargos presentados contra él por la Fiscalía por abusar sexualmente de niños y niñas de edades comprendidas entre los seis y los dieciséis años durante el citado periodo.
El religioso, retirado de su ejercicio desde hace 23 años, fue detenido por la Policía española en agosto de 2012 en la ciudad de Arona de la isla canaria de Tenerife, adonde se había fugado en 1991 tras ser acusado de pederastia en la localidad de Nottingham.
Un portavoz de esa diócesis inglesa destacó hoy el hecho de que Cullen, nacido en Dublín (Irlanda), «haya asumido su responsabilidad» por los «terribles delitos» que cometió.
El sacerdote se declaró hoy culpable de quince delitos de asalto indecente, cinco de conducta impúdica y uno de sodomía y permanecerá bajo custodia policial hasta el próximo 24 de marzo, cuando el juez instructor, Jonathan Gosling, dará a conocer la pena que le impondrá.
Durante el juicio, el agente de la Policía de Derbyshire encargado del caso, Matt Goodwin, instó a otras posibles víctimas de Cullen a que se pongan en contacto con las autoridades.
«Teniendo en cuenta la duración de la investigación, que abarcó desde 1955 hasta 1991, es inconcebible que no haya más víctimas de
los crímenes de este hombre», declaró el policía.
También la diócesis de Nottingham rindió hoy un homenaje a los supervivientes «afectados por esta tragedia» y agradeció su «valentía» por hablar «después de tantos años de silencio».
«Nada puede borrar el horror de lo que les pasó, pero espero que esto les ayude a encontrar de alguna manera algo de paz», señaló el portavoz religioso.