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Se ganan la vida matando
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12 años agoon
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LA REDACCIÓNCon frecuencia los asesinatos a sueldo ocupan los titulares de las noticias más escalofriantes de la actualidad dominicana.Gente que se gana la vida acabando con las vidas de los demás, una alarmante problemática social que por años ha imperado en varios países de Latinoamérica y que hoy también impacta a República Dominicana.
Para colmo de males, cada vez son más los menores de edad que incurren en esta práctica inhumana para producir dinero, un factor que el sociólogo Juan Miguel Pérez asocia a “su mano de obra barata, pues estos muchachos se inician en una carrera delictiva y evidentemente, como todo inicio, cobran menos que los ya consagrados en el oficio”.
Quienes tratan de dar frente al tema, lo relacionan con el aumento del narcotráfico y sus actividades afines. Según Demóstenes Martínez, presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados “el narcotráfico es el mayor aportador del sicariato en República Dominicana. Cuando una persona incumple con una transacción se procede entonces a este método”.
Muy parecido es el caso de “Miguelito”, desde hace dos años y medio recluido por homicidios a sueldo en el Centro de Atención Integral a Adolescentes en conflicto con la Ley Penal, conocido popularmente como Najayo Menores.
“Un capo nos ofrecía una cantidad de dinero para que le hiciéramos el servicio. Yo le decía que no lo podía hacer, pero me proponía que le disparara yo primero y que después le daba él. Había una persona que siempre le decía dónde debíamos hacer el trabajo y él iba y se le tiraba”, explica con voz tímida el joven que ahora se acerca a los 20 años de edad.
Como otros recluidos junto a él, inició sus actos delictivos influenciado por amigos con los que llegó a perpetrar hasta tres asesinatos por paga.Hoy asegura estar arrepentido debido a que perdió sus estudios ysu familia. Al parecer, los tratamientos que recibe durante su tiempo en Najayo Menoresjunto otros cientos de jóvencitos con historias similares regenan su conducta.
Más de 300 adolescentes que han reñido con la ley siguen albergados en ese centro donde reciben atenciones especializadas. Pero la estructura del mismo aún requiere mucho mejores condiciones.
Actividades deportivas, la enseñanza de oficios técnicos, educación básica e instrucción en labores de ganado y avicultura conforman parte de las actividades de rehabilitación en las que participan los internos en el recinto.
El psiquiatra Valentín Grecina por años trabaja de cerca con los menores internos. “En esos casos muchas veces estamos ante una enfermedad mental y el tratamiento psiquiátrico y el seguimiento socio familiar son mandatorios”, detalló.
Varias de las aulas donde trata a los jóvenes se encuentran en proceso de remodelación. También se construyen otras espacios para seguir lidiando con los más diversos trastornos de conducta. Los casos de los que se dedicaron al sicariato son los más graves.“Problemas de bipolaridad, ragos psicopáticos, personalidad equisoide, depresión mayor, trastornos conductuales de antisocialidad y otros”, resume el especialista.
Por esas razones, Ramona Coronado, directora del centro, afirma que el problema de los adolescentes que incurren en el sicariato es multifactorial, ante el cual urge la participación de todos los dominicanos.
En el Congreso Nacional el tema también es visto con preocupación. El diputado Demóstenes Martínez propone entre otras cosas, el aumento de la condena a los sicarios de 30 a 40 años de prisión.
Explica que en el nuevo código penal, será considerado sicario a“todo aquel que paga para que maten a alguien, el que sirvió de intermediario y el que ejecutó la acción. En consecuencia de ello, les correspondería la misma pena a todos”.
En el caso de los menores, las penas van de dos a cuatro años de prisión, pero algunos como el senador Dionis Sánchez proponen sanciones más severas pues, a su juicio, “si un menor comete un acto delictivo que es de adulto y lo condenamos a dos años y en menos de dos años está en la calle, probablemente lo que ha hecho es una maestría en la cárcel”.
Debido a esto entiende que si un menor de edad comete un delito que tiene categoría de adulto, debería recibir una condena de adulto.El legislador también reclama mayor dureza al sistema de justicia dominicano.
No obstante, de acuerdo a opiniones como las del sociólogoJuan Miguel Pérez, es emergente enfrentar directamente a los problemas sociales queprovocan este mal.
Conforme a su criterio la propuesta de aumentar las penas a los asesinos a sueldo es simplemente tapar el sol con un dedo, pues ninguna política pública de represión es fértil, ni sana, nipuede garantizar lo que se anda buscando.Valora que para terminar con eso, “tiene que haber unas políticas públicas diseñadas para ofrecerles esas oportunidades reales que compitan con las que el camino delictivo les trae”.
Puestos en libertad, luego de purgar sus condenas, las barreras que obstaculizan la reinserción social de estos muchachos se convierten en la principal motivación para volver a las calles. El psiquiatra Valentín Grecina, de Najayo Menores expresa con impotencia que en muchos casos trabajan los problemas en los caracteres de algunos menores durante tres y cinco años, pero que luego de su salida los muchachos son etiquetados, estigmatizados, rechazados y sus oportunidades cerradas. “O sea, un joven está practicamente enterrado”, puntualiza preocupado.
Para arrebatar del sicariato a los adolescentes que han sido arrastrados por esta práctica el diputado por San Cristóbal, Nelson Guillén, sugiere buscar la manera de integrar a la adolescencia a actividades productivas donde encuentren placer por el trabajo y la oportunidad de recibir un salario pulcro, que les permita atender sus necesidades.
Es lo que “Miguelito” espera encontrar cuando pronto obtenga la libertad. Asegura haber asimilado exitosamente su tratamiento y tener claro las cosas a los que no debe volver acercarse jamás.
“La juntiña, andar con una pistola o los últimos Jordan. Eso da atraso. Al momento te pones lindo y luego salen otros y quieres salir a la calle a atracar una persona para quitarle dos o tres mil pesos como yo hacía sin saber cómo esa persona se lo ganó”, concluyó.
El tema fue abordado de manera ampliada en un reportaje televisivo presentado en el programa investigativo Zona 5 de Telemicro.
hoy.com.do
Reportajes
FMI prevé que la economía de RD progrese un 5,5 % este año
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7 años agoon
abril 17, 2018REDACCIÓN.- El Fondo Monetario Internacional prevé que la recuperación económica en Latinoamérica se fortalezca este año hasta alcanzar un crecimiento del 2 %, por encima del 1,3 % registrado en 2017, según la actualización de sus perspectivas económicas anunciadas hoy.
En su nuevo reajuste de sus pronósticos mundiales, el Fondo elevó las previsiones de crecimiento de Latinoamérica para 2018 en una décima respecto de enero, hasta el 2 %, en gran medida por el impulso de Brasil, que aumentó sus previsiones del 1,9 % al 2,3 %.
“Hemos visto una recuperación generalizada en gasto e inversión en Brasil, especialmente si nos remontamos al 2016, cuando la economía estaba contraída. Hay un retorno al crecimiento positivo, y el bajo nivel de inflación ahí también ayudó a bajar las tasas de interés”, explicó hoy el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en la presentación del informe de perspectivas globales.
Así, el organismo atribuye al “mayor consumo y crecimiento en inversión privada” el aumento de sus estimaciones para Brasil, que verá crecer su economía en un 2,3 % en 2018 y en un 2,5 % en 2019, datos revisados ambos al alza en cuatro décimas respecto a la anterior actualización de hace tres meses.
El sólido crecimiento de México, que se mantiene en el 2,3 % para este año, y la subida de los pronósticos para las economías de Chile (del 3 % al 3,4 %) y Ecuador (del 2,2 % al 2,5 %) han contribuido también a que el FMI incremente sus proyecciones para la región.
El Fondo destacó que la economía de México se beneficiará este año de la revisión al alza del crecimiento de Estados Unidos, que ha visto su proyección aumentada en dos décimas hasta el 2,9 % en 2018.
En este sentido, el director adjunto del Departamento de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi-Ferretti, aseguró en rueda de prensa que la reforma fiscal aprobada en diciembre por el Congreso estadounidense tendrá un “efecto positivo” en la economía mexicana.
No obstante, advirtió de la gran importancia que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), ahora en su séptima ronda, tiene para México, cuyas exportaciones mayoritariamente van destinadas a EE.UU.
“Esperamos que el contexto para alcanzar un acuerdo TCLAN sigan mejorando. Poner barreras a la integración (comercial) tendría un impacto muy negativo”, señaló Milesi-Ferretti.
El FMI apuntó en su análisis que “continua la recuperación gradual del crecimiento en Latinoamérica y el Caribe, una región severamente afectada por la caída de los precios de las materias primas entre 2014 y 2016”.
Después de aumentar el 1,3 % en 2017, el Fondo espera que el crecimiento de Latinoamérica se acelere progresivamente del 2 % en 2018 al 2,8 % en 2019, según esta última actualización.
Las cifras de la región, sin embargo, vienen lastradas por la profunda crisis económica que vive Venezuela, con una contracción estimada del 15 % para este año y del 6 % para 2019.
De hecho, el FMI prevé que la inflación en Venezuela ronde el 14.000 por ciento en 2018, alimentada por la pérdida de confianza en la moneda nacional, una situación acrecentada por el colapso en la producción de petróleo y su exportación.
Además, algunos países de la zona han visto reducidas sus expectativas de desarrollo para 2018 con respecto a las últimas perspectivas anunciadas en enero, entre ellos Argentina, que pasa del 2,5 % a 2 %, Colombia (del 3 % al 2,7 %) y Perú (del 4 % al 3,7 %).
La economía argentina, que creció un 2,9 % en 2017, moderará sus progresión en 2018 hasta el 2 % debido “al efecto de la caída de la producción agrícola, así como al ajuste fiscal y monetario necesario para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reducir la alta inflación” del país, señala el informe de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI.
En Centroamérica y en la zona caribeña, se espera que Panamá siga creciendo a ritmos superiores al 5 por ciento, concretamente al 5,6 % en 2018 y al 5,8 % en 2019, y que la economía de la República Dominicana progrese un 5,5 % este año y un 5 % el próximo.
En el documento divulgado hoy por la institución dirigida por Christine Lagarde, el Fondo sitúa el crecimiento mundial en un más que saludable 3,9 % tanto para 2018 como para 2019, porcentajes que coincidieron con la última revisión presentada en enero.
La publicación del informe coincide con la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), que se celebra esta semana en Washington y a la que están convocados los ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales de la mayoría de sus 189 países miembros.
El giro hacia el proteccionismo y el creciente riesgo de guerra comercial entre EE.UU. y China marcarán este encuentro, cuyos líderes han lamentado que esta pugna eclipse el buen momento económico global, con crecimiento generalizado en todo el mundo.
“Que las principales economías estén coqueteando con la guerra comercial en un momento de expansión económica generalizada puede parecer paradójico, especialmente cuando la expansión depende tanto de la inversión y el comercio”, dijo Obstfeld.
El evento será también escenario de una cumbre ministerial del G20, que engloba a las principales economías avanzadas y emergentes, y que este año está presidido por Argentina.
Periodismo Interpretativo
Los altos niveles de la espiritualidad se constituyen en un dique de contención de la vocación delincuencial.
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7 años agoon
marzo 21, 2018Por Elba García
La sociedad dominicana es amenazada por una descomposición social y ético moral que pone en peligro su integridad en todos los aspectos, principalmente porque el Estado no está en capacidad de preconizar y promover valores, sino anti-valores.
La posibilidad de contrarrestar en mayor medida el fenómeno de la descomposición social y moral descansa, principalmente, en el Estado porque cuenta con las herramientas para imponer un régimen de consecuencia y de hacer la inversión económica requerida para crear las oportunidades de empleos y disminuir la desigualdad, lo cual ataca una de las razones que más genera, por ejemplo, la delincuencia, como lo es la exclusión social.
Sin embargo, frente a la incapacidad del Estado para diseñar políticas públicas que priorice la inversión social, el papel protagónico para enfrentar el fenómeno recae en las organizaciones que trabajan y conectan con la gente, sobre todo en las comunidades más carenciadas del país, donde tiene nacimiento la vocación delincuencial.
El trabajo, por ejemplo, de las iglesias, tanto católica como protestante, juega un papel decisivo en muchos jóvenes para no caer en las garras de las bandas o de la vocación de una conducta al margen de la ley, porque proporcionan fortaleza espiritual que sin dudas se convierte en un dique de contención para impedir que entre a sus vidas una inclinación delincuencial.
Está más que demostrado que aquellas comunidades donde hay una mayor integración a las labores de las iglesias, sobresale una conducta apegada al respeto de la ley y de mejor convivencia social, donde ésta juega un papel importante en la formación que se adquiere a través de estas instancias.
La iglesia católica acaba de comprobar en un estudio que la Sierra es uno de los lugares donde menos delincuencia se produce, pero todo el mundo sabe que esos pueblos tienen un fuerte apegamiento a valores cristianos desde los tiempos coloniales, pese a que los niveles de pobreza y analfabetismo son muy altos, aunque no tan críticos como los de otras zonas del territorio nacional.
Sin embargo, otra razón para que tal vez la delincuencia no haya impactado tanto a los pueblos de la Sierra se debe a las remesas que reciben del exterior, principalmente de los Estados Unidos, lo cual se convierte en una válvula de escape para que no se desarrollo la vocación delincuencial.
Pero la revelación al respecto confirma que se hace más que necesario que el trabajo de las iglesias vaya más allá de los templos y toque el corazón de aquellos jóvenes excluidos y golpeados por el desempleo y el hambre y que en consecuencia no escojan el camino equivocado.
La mejor dosis que pueden recibir los jóvenes desorientados y con el solo camino de la delincuencia, el tráfico y consumo de drogas es la espiritual, la cual necesariamente tiene que estar revestida de un componente profundamente humano.
Esta sería una respuesta que siempre será necesaria y vital para el mejoramiento social, pero hará falta la refundación del Estado que para el restablecimiento de valores también cuente con la fuerza institucional pública y de ese modo incorporar otros elementos importantes como los medios de comunicación y el sistema educativo nacional, a fin de que el esfuerzo sea tan integral como el mal que nos aqueja.
Se impone una gran jornada nacional, pueblos por pueblos, para trabajar por una transformación total de aquel que ve la vida sólo desde la perspectiva del dinero, pero que ojalá se puedan incorporarse recursos a través del Estado para además crear empleos y mejorar las condiciones de vida de la gente.
Sólo de esa manera podría producirse una verdadera transformación social y convertir a la República Dominicana en una sociedad más habitable y humana, donde la delincuencia y la degeneración sea un fenómeno aislado y no general como pasa actualmente.
Periodismo Interpretativo
Será la frontera la excepción en corrupción en la República Dominicana?
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7 años agoon
marzo 7, 2018Por Elba García
La emigración haitiana, con implicaciones socio-económicas como prácticamente todas en el mundo de hoy, continuará aunque el Gobierno haya anunciado una serie de medidas en la frontera para evitar la entrada ilegal desde el vecino país.
La llegada masiva de haitianos ha creado una verdadera alarma nacional, sobre todo porque en opinión de muchos esta inmigración implica un aumento de la delincuencia y la promoción de una serie de enfermedades que son consustanciales a la pobreza y que afectan a pueblos como el haitiano.
El presidente de la República anunció un aumento de los militares que vigilan la zona fronteriza e incluso la medida habla de la incorporación de drones para monitoreal al haitiano hambriento que tiene como norte establecerse en el país.
La migración haitiana tiene un componente que forma parte de una cultura como la corrupción, ya que la entrada de éstos está determinada porque hay de por medio el pago de un peaje a los responsables de vigilar la frontera.
El hecho de que haya un elemento prácticamente cultural en el pueblo dominicano que motiva esa inmigración haitiana, permite colegir que es un problema no tan fácil, aunque no imposible, de detener.
Lo primero que habría que analizar es si el presidente de la República Dominicana, licenciado Danilo Medina, tiene moral para exigirles a sus subalternos lo que él y su Gobierno no pueden dar.
La pregunta que se impone es si podrán los militares de la frontera parar el cobro del peaje a los haitianos ilegales si quien se lo pide anda en lo mismo en otras instancias de la administración pública?
Realmente tiene moral un presidente involucrado en el caso Odebrecht y en otros escándalos para pedir que la frontera y los encargados de vigilarla sean éticos y decentes?
Podría el Gobierno pedir un cambio en la actitud de los militares que cuidan la frontera, mientras el presidente nombra como cónsul a un traficante con haitianos ilegales?
Se trata de un mensaje dual, porque con palabras se expresa preocupación por el fenómeno, pero con los hechos se promueve.
Es una doble moral que su fin no será otro que el fracaso.
El otro elemento es que la inmigración, incluida la haitiana, está motivada en el hambre y la pobreza y no hay muro que la detenga, no importa que sea físico, institucional o de cualquier otra índole.
Mientras los funcionarios hacen fiesta con los recursos públicos, los militares de la frontera harán lo mismo para permitir la entrada no sólo de haitianos ilegales, sino de todo lo demás, como drogas y el contrabando de mercancías.
Que nadie se llame a engaños con las palabras huecas del presidente Danilo Medina, experto en la simulación y la mentira.