Brazil’s President Michel Temer attends the inauguration ceremony of the new Minister of Justice Torquato Jardim, at the Planalto presidential palace, in Brasilia, Brazil, Wednesday, May 31, 2017. (AP Photo/Eraldo Peres)
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil empezó a juzgar ayer la validez de los comicios de 2014, en un caso que puede costarle el cargo al presidente Michel Temer, acosado por denuncias de corrupción.
El TSE examina si la fórmula Dilma Rousseff (PT, izquierda)-Michel Temer (PMDB, centroderecha), que resultó reelecta en esos comicios, cometió abusos de poder político y económico y se benefició de financiación ilegal procedente del fraude a Petrobras.
Temer asumió la presidencia el año pasado, tras la destitución de Rousseff por el Congreso, acusada de manipular las cuentas públicas. Los debates deben durar 3 días, aunque muchos expertos coinciden en que hay muchas probabilidades de que se alargue por semanas si alguno de los 7 magistrados del TSE pide “vista” para suspender el debate y revisar el caso.
Al abrirse el proceso, el relator del caso, Herman Benjamin, expuso los fundamentos de las denuncias, que incluyen el uso indebido de medios de comunicación y la entrega de sumas millonarias a través de la petrolera para partidos de coalición gobernante.
Si el TSE decidiera anular la elección, deberá determinar si la pérdida del mandato es inmediata o si Temer puede permanecer en el cargo hasta agotar todos los recursos legales. Si Temer cayera, la Constitución dice que el Congreso debe elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días, para completar el mandato hasta fines de 2018.
Con decenas de legisladores investigados por corrupción, miles de brasileños piden en las calles que el desenlace de esta nueva crisis se resuelva en las urnas.
El proceso, que hasta hace poco parecía condenado al fracaso, cobró relevancia desde que el 17 de mayo salió a luz una grabación en la que el presidente parece dar aval al pago de soborno; la grabación fue entregada por ejecutivos del gigante cárnico JBS, en el marco de un acuerdo de delación premiada. El escándalo disparó pedidos renuncia y de ‘impeachment’ contra Temer y el Supremo Tribunal Federal (STF) abrió investigación por presunta corrupción, organización criminal y obstrucción a la justicia.
hoy.com.do