Por Alfonso Torres
Cualquiera podría especular sobre los reales motivos que llevaron al procurador Francisco Dominguez Brito y al presidente Danilo Medina a someter por ante la Suprema Corte de Justicia al senador Félix Bautista, por lavado de activos, falsedad en escritura, prevaricación, enriquecimiento ilícito y un rosario de imputaciones que convierten al senador en el personaje que marca el momento como la suma de todos los males.
De nuevo el hijo adoptivo de Leonel Fernández se ve arrastrado por un torbellino mediático. No es la primera vez. Al concluir el primer gobierno de Leonel Fenández (1996-2000), Félix Bautista fue encarcelado por la sobrevaluación de la carretera San Juan – Vallejuelo, meses después fue liberado por supuestas insuficiencias de pruebas y un expediente mal instrumentado, de acuerdo con lo dicho a la prensa por el juez del caso, Juan Hirohito Reyes, quien fue ascendido a la Suprema Corte de Justicia durante la ultima gestion de Fernández.
Al regresar al poder en el segundo mandado de su padre, Bautista se convirtió en un poderoso hombre de negocios utilizando sus funciones de constructor y supervisor de obras del Estado, una oficina con las mismas atribuciones del Ministerio de Obras Publicas con asignaciones presupuestarias privilegiadas.
Bajo la dirección de Leonel Fernández al frente del Estado, Félix Bautista construyó un imperio económico y financiero que dio sustento a la fundación privada del expresidente. Solo en inmuebles, según la Procuraduría, el senador dispone de un patrimonio que sobrepasa los 3,000 millones de pesos. Ese imperio va mas allá del territorio dominicano, se extiende por el Caribe, Centroamericana y Suramerica. Grandes inversiones en canales de televisión, emisoras de radio, edificios y empresas constructuras e inmobiliarias figuran en la lista de bienes atribuidos al senador Bautista.
Tras un largo pleito judicial con el grupo de la sociedad civil C3, que lo acusa de haber sobornado al presidente de Haiti, el senador obtuvo algunas victorias legales momentáneas. Envalentonado entonces, demandó a varios profesionales y periodistas por presunta difamación relacionada con la desaparición de 130 millones de dolares de un contrato de construccion, firmado por Bautista y avalado por Fernandez, con la empresa SunLand. La demanda en tribunales extranjeros terminó en una negociación que dejó a la opinión publica con la boca abierta.
Meses antes, el senador había ocupado los medios para colocar en la agenda una investigación de sus bienes en el Senado de la República. La comisión senatorial investigadora fue encabezada por el senador Prin Pujals, canchanchán del investigado. Los resultados nunca fueron dados a conocer.
En lo que parece la apertura de un nuevo episodio, el celuloide de Félix Bautista subió de temperatura con el embargo de una gran parte de sus inmuebles. Su sometimiento, incluyendo la solicitud de prisión preventiva, condujo al punto de ebullición, dejando el climax a la posibilidad de la foto del senador entrando a la cárcel. El hecho asume una connotación singular por provenir la grave acusación de una institución como la Procuraduría General de la República, en manos exclusivas de Dominguez Brito y Danilo Medina, quienes se colocan a la ofensiva, recuperan el discurso anticorrupción y reciben el respaldo de una parte de los medios.
De todos modos, lo mas importante es que Brito y Medina ahora tienen a Leonel Fernández en sus manos. Ambos, Presidente y Procurador, lucen actuar como una mutual que tiene como objetivo inmediato derribar las aspiraciones presidenciales del presidente del PLD, objetivo inscritoLeonel Fernández se ve obligado a interrumpir sus planes proselitistas para atender la urgencia estrategica del acontecimiento.simbolicamente en el espectacular sometimiento y posible apresamiento del senador sanjuanero. Fernández se ve obligado a interrumpir sus planes proselitistas para atender la urgencia del acontecimiento.
Lo que hace espectacular el nuevo sometimiento de Félix Bautista es el momento político en el que este se produce. Se aproximan las elecciones del 2016, la cúpula del PLD sabe que juega sin oposición, pero al mismo tiempo su ajedrez se ve descompuesto por los brotes de conflictos internos que sacuden al partido morado.
La pugna Leonel – Danilo tiene como telón la barrida danilista en el pasado Congreso Norge Botello. En la contienda, Félix Bautista, secretario de organizacion del PLD, fue dejado fuera del comité político por decisión del grupo de Medina. Aun así, el senador siguió accionando como uno de los principales promotores de la candidatura presidencial de Leonel Fernández, pero ahora la alianza Brito-Medina podría sacarlo también de la secretaria de organizacion del partido y eliminarlo políticamente. Lo mismo que le puede suceder a Víctor Diaz Rúa.
Es como incide en la sociedad dominicana la dialéctica Danilo – Leonel, enmarcada en una guerra soterrada que amenaza no solo la estabilidad del PLD, sino de toda la estructura del sistema político institucional del país.
El sometimiento de Félix Bautista ha resultado un golpe de bolsón para el leonelismo. Es posible que solo estemos mirando la punta del iceberg, si así fuera el espectáculo solo estaría comenzando y habría que esperar lo que nunca se ha hecho. Cuando los demonios se sueltan, ellos adquieren vida propia y ya no hay forma de detenerlos. ¿Se soltaron los demonios? Es la pregunta que hay que hacerse.