Tras fuertes altibajos profesionales y personales durante su tiempo con los Cerveceros–lo cual incluyó lo grande de ser convocado al Juego de Estrellas, lo frustrante de rechazar una oferta multianual seguido por un bajón en su bateo y, al margen del terreno, el incalculable dolor de la muerte de un bebé suyo en la República Dominicana-Segura ha logrado un fuerte repunte primero con los Diamondbacks y desde el 2017 con los Marineros. Y tiene una nueva familia.
«He llegado a un buen lugar», dijo el torpedero dominicano de 27 años. «Esa fue mi intención aquí. Voy a estar los próximos cinco años, Dios mediante, aquí. Es una bendición».
“«Jugar con Robinson es prácticamente una bendición. Es una persona que ha tenido mucho éxito en Grandes Ligas, dentro y fuera del terreno»..”
Jean Segura
Efectivamente, tras un brillante 2016 con los Diamondbacks y un cambio de Arizona a Seattle, Segura por fin consiguió el anhelado contrato a largo plazo con un pacto de cinco años y US$70 millones, firmado en junio del año pasado.
«Todo pelotero trabaja para un fin», dijo Segura. «Ya mi familia tiene un futuro asegurado y eso me da a mí también más tranquilidad. Mi familia no va a tener que preocuparse por nada. Para mí, es un sueño. Ya yo puedo llegar aquí, tranquilo».
El principio del giro positivo de Segura fue en el 2016. Tras dos temporadas decepcionantes en el terreno con Milwaukee y la tragedia familiar en Dominicana, el campocorto llegó a Arizona y maravilló a todos con línea ofensiva de .319/.368/.499, 41 dobles, 20 jonrones, 102 anotadas, 64 empujadas, 33 bases robadas y 203 hits, siendo líder de la Liga Nacional en este último departamento. De manera sorpresiva para algunos, Segura fue canjeado al año siguiente a los Marineros, en el cambio que llevó al desierto al también torpedero dominicano Ketel Marte y al derecho Taijuan Walker.
Para Segura, fue la tercera vez desde el 2012 que había cambiado de organización. Pero asegura el oriundo de San Juan de la Maguana que le fue fácil acoplarse. También se siente bien de saber su destino para los próximos tiempos.
«Fue bien», dijo Segura sobre la transición. «Aquí tenemos aquí muchos latinos, (el dominicano) Robinson (Canó), (el quisqueyano) Nelson (Cruz) y (el venezolano) Félix (Hernández). Me adapté rápido, ya que anteriormente había sido cambiado varias veces y ya para mí había sido una costumbre. Pero llegué aquí y me sentí bien cómodo, porque tenía el apoyo de todos mis compañeros, especialmente de ellos.
«Me siento bien, gracias a Dios».
Limitado a 125 partidos debido a una lesión en la corva derecha y un esguince en el tobillo derecho, Segura bateó .300/.349/.427 con Seattle en el 2017, con 30 dobles, 11 jonrones y 45 empujadas y 22 bases robadas. A la defensa, el dominicano disfruta formar parte de la pareja de la doble-matanza con so compatriota Canó, una de las mayores estrellas de Grandes Ligas en la última década.
«Jugar con Robinson es prácticamente una bendición», manifestó Segura, quien lleva de 9-3 con un bambinazo, dos anotadas y tres impulsadas en la Liga del Cactus este año. «Es una persona que ha tenido mucho éxito en Grandes Ligas, dentro y fuera del terreno. Personas como Robinson, Nelson…para mí es un placer, es un honor compartir el terreno de juego con ellos».
Proyectado ahora como segundo bate en la alineación de Seattle ante la llegada de Dee Gordon, Segura espera volver a jugar una temporada completa este año, libre de lesiones.
«Me siento bien, saludable, gracias a Dios», dijo. «Trabajé fuerte para encarar el 2018 y estar preparado para lo que viene».