Sentencia se Convierte en Instrumento de Manipulación y Persecución de Auténticos Dominicanos

Por Elba García 

SAN JOSE DE LAS MATAS.-La sentencia del Tribunal Constitucional ha tenido una repercusión en prácticamente  todos los rincones de la República Dominicana, donde la mayoría de la gente parece apoyarla en detrimento de aquellos que mantienen una posición contraria.

En la polémica periodistas como Juan Bolívar Díaz y Huchi Lora, que se oponen a la sentencia porque violenta un principio jurídico universal como el de la no retroactividad de la ley, lo cual constituye una violación de la propia Constitución de la República, aparecen como repudiados por muchos hombres y mujeres que ellos siempre han defendido a través de su ejercicio profesional.

Ambos comunicadores han mantenido históricamente una defensa irrenunciable de la democracia y de la regulación migratoria, pero ahora los ultraconservadores que han propiciado la sentencia los definen como traidores a la patria y una alta cantidad de ciudadanos del país se han creído la mentira.

La actitud en contra de la comunidad haitiana radicada en el país tiene que ver con la gran cantidad de sus ciudadanos que más que dedicarse a labores licitas,  participan en actividades reñidas con la ley, lo que ha generado la actitud en su contra y en consecuencia incurrir en una injusticia con los que han nacido en el país antes de la Constitución del 2010.

Pero la repulsa de los dominicanos en contra de los haitianos obedece a que aún aquellos vecinos que llegan al país a trabajar mantienen una conducta como si no vivieran en un país que no es el suyo.

Productores agrícolas de diferentes lugares del territorio nacional han denunciado  que haitianos de Constanza defecan y hacen todas sus necesidades fisiológicas en sus cultivos, lo que ha creado un peligroso foco de contaminación, así como otros que aún pagándoles sus prestaciones por sus  labores luego de abandonar algunos proyectos agrícolas, los haitianos les han dejado las pequeñas casas donde fueron albergados para que vivieran con sus familias llenas de excrementos humanos.

Toda esta situación, así como el hecho de que muchos niños haitianos bandalicen letreros publicitarios y otras propiedades  en las calles y avenidas del país, sin que las autoridades nacionales hayan tomado las medidas pertinentes, han aumentado el apoyo a la sentencia, cuya situación ha sido aprovechada por los ultraconservadores para generar una posición a favor sus intereses.

Otro elemento que se agrega a la repulsa de la comunidad haitiana obedece a factores raciales e históricos, los cuales son más que suficientes para que un problema legal se convierta en xonofóbico y anti-haitiano.

La acusación en contra de dos de los comunicadores que más han defendido la constitucionalidad y la democracia en sentido general, se convierte en otra injusticia más por parte de los que promueven una sentencia que proyecta a la República Dominicana como realmente no es, ya que la manipulación y la mentira para confundir a los más pobres y con menor nivel de escolaridad e intelectual persigue utilizar como punto de lanza a la gente en contra de los que auténticamente están con los que menos tienen y con los inmigrantes que tienen un derecho adquirido.