Los venezolanos buscan cazar una oferta o una ganga tras la amenaza de Maduro el viernes
CARACAS.- Miles de personas siguen nutriendo las colas frente a los establecimientos de electrodomésticos de Venezuela a la espera de cazar una oferta o una ganga mientras las existencias comienzan a bajar desde que el presidente, Nicolás Maduro, ordenó que los artículos se vendieran a «precios justos».
El anuncio del viernes de Maduro de la «ocupación» de una importante cadena de electrodomésticos debido a que los precios eran excesivos y había que rebajarlos, llevó a miles de venezolanos a hacer cola ante las tiendas de esa y otras compañías en busca de un buen negocio, de la lavadora que no podían permitirse o de adelantar la compra navideña.
«Yo he ordenado inmediatamente la ocupación de esa red y sacar los productos a la venta del pueblo a precio justo. Todos los productos, que no quede nada en los anaqueles, que no quede nada en los almacenes, ya basta», dijo Maduro el viernes.
Otras empresas del mismo segmento comercial optaron por bajar precios y varios establecimientos aparecen hoy cerrados con carteles informando de un reajuste de precios de su productos.
En uno de los establecimientos intervenidos en Caracas y bajo la custodia de la Guardia Nacional (policía militarizada), que organiza las colas y el ingreso y salida del comercio, hoy ya la falta de inventarios afectaba a los productos más baratos lo que ha empezado a generar críticas y enfados entre quienes han estado esperando los dos últimos días para comprar.
Joan Palacios, un técnico dental de 27 años, llegó en la víspera a buscar su turno tras escuchar el anuncio de Maduro. «Al final terminé comprando lo que no quería comprar. Venía por una nevera pero al ver que parece que ya todas las vendieron… En un solo día vendieron todas las neveras, todas las lavadoras, vendieron casi todo en un solo día», dijo enfadado al mostrar una olla arrocera y un horno para gratinar.
«Me he ahorrado dinero pero no es lo que vine a buscar», agregó. Fuera del negocio Jorge Sánchez, un comerciante independiente escuchaba las noticias que le daba su esposa desde dentro de la tienda sin esconder su frustración al no encontrar lo que esperaba y asegurando que lo que dijo Maduro era «pura mentira».
«Dijeron que los televisores iban a estar a 3.000 y pico (475 dólares) y eso es pura mentira. Usted entra para allá y los televisores están extremadamente caros, en 22.000 (3.500), 40.000 (6.400), 50.000 bolívares (8.000). ¿Cómo es eso?», indicó. Otros se lo tomaban con más calma, como Susana Ávila, un ama de casa que se acercó a una de las tiendas «para ver qué tal».
«Me dicen que todo está caro y que las cosas, lo barato ya salió. Quiero esperar para verificar», dijo, asegurando que estaba dispuesta a hacer cola el tiempo que fuera para entrar. Ávila se mostró de acuerdo con que el Gobierno actúe en estos casos, porque afirmó, «a veces nos roban y no sabemos cómo».
No obstante admitió que este tipo de medidas puede desalentar a las empresas a invertir ante el temor de acciones similares. «Está en el ambiente» ese miedo, dijo. Contraria a lo dispuesto por Maduro el viernes, la arquitecta Isabel Serpa, manifestó que el entrar a comprar en las tiendas en estas condiciones «es un acto indigno».
«Considero que están saqueando un negocio por instrucciones del presidente. Considero que esto es un acto que nos hace sentir avergonzados a los venezolano presentes que queremos un país honesto», dijo.
Indignado, pero por no encontrar lo que quería, Simón Pérez, un estudiante de 22 años se iba cargado con una cafetera, una olla para cocinar, un microondas y un pequeño horno por los que estimaba que se podía haber ahorrado unos 1.500 bolívares (unos 240 dólares a precio oficial) de los 10.000 bolívares (1.500 dólares) que se gastó. «Me pusieron un numerito, no iba a perder dos días de mi tiempo y al final no comprar nada», explicó al justificar las compras.
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