La sal es fuente principal de ingresos en esta comunidad de Baní. La población se queja porque desde hace cuatro días, la producción fue paralizada por las autoridades municipales. (Carlos Mejía)
Salinas, Baní. El sindicato de trabajadores de la cantera de sal denunció ayer que la alcaldía pretende cerrar la fábrica con el fin de entregarla a una empresa privada.Los trabajadores y moradores del pueblo denunciaron que el alcalde Nelson Camilo Landestoy “Chacho” junto a los regidores de los partidos Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana tomaron la decisión unilateral de cerrar la fábrica, medida que perjudicaría a más de 200 empleados.
El patrimonio natural y fuente principal de ingresos de este poblado del sur del país es la sal. Sin embargo, desde hace cuatro días la producción fue paralizada por las autoridades municipales bajo el alegato de que no existen las condiciones necesarias para operar, situación que afirman les ha llevado a la quiebra.
Johnny de los Santos, secretario general de los trabajadores, negó que la producción del mineral no sea rentable al tiempo de anunciar que la comunidad se levantará en protesta para impedir que el Concejo de Regidores privatice la mina de sal.
En ese sentido, dijo que de producirse el cierre el 80 por ciento de la comunidad quedaría a la “intemperie económica” con esta medida.
El sindicalista aprovechó para denunciar que la sindicatura les adeuda nueve quincenas a los trabajadores y pensionados lo que consideró ilegal y abusivo.
Materia prima es gratuita
De su lado, el presidente del Club Comunitario 12 de Octubre, Ernesto Tejeda, dijo que los trabajadores no entienden por qué se habla de quiebra cuando la materia prima para la fabricación de la sal es la brisa, el sol y el agua marina que se obtienen de manera gratuita gracias a la naturaleza.
Tejeda expresó que si el ayuntamiento no está en capacidad de administrar la salina, la comunidad está dispuesta a conformar un consejo que asumiría su fabricación y administración.
En la actividad también estuvieron presentes varios pensionados, que en el ocaso de sus vidas no tendrían ningún amparo económico si se cierra la empresa de propiedad municipal.
Es el caso de Miguel Soto, vocero de los extrabajadores, quien afirmó que están pasando precariedades por la falta de pago que les impide comprar sus medicinas y alimentos.
Treinta mil quintales de sal corren el riesgo de perderse al permanecer a la intemperie por negligencia de las autoridades, según dijeron los comunitarios.
El movimiento de trabajadores propuso al alcalde que se convoque a una consulta popular a modo de cabildo abierto, para que sea el municipio el que decida lo que se hará al respecto.
“Derrotemos estas nuevas pretensiones de los regidores y el alcalde como lo hicimos cuando vendieron parte de las dunas”, agregó Héctor Bautista. Cada mes las salinas producen un promedio de 35 mil quintales de sal y desde diciembre pasado a la fecha, la empresa de Puerto Hermoso ha vendido alrededor de 200 mil quintales, cuyo precio se cotiza entre los 150 y 112 pesos el saco.
El Caribe