En el mundo corporativo la tarjeta de visita sigue siendo la carta de presentación por excelencia. Se ofrece con el objetivo de que la otra parte conserve los datos básicos sobre su persona -tarjetas personales- y la empresa a la cual representa -tarjetas profesionales-.
Para que el intercambio de información sea eficiente deben tomarse en cuenta algunos puntos. En este contexto es importante elegir una tarjeta elegante, de calidad que refleje su propósito profesional.
1. Pensar que son historia. Muchas personas tienen perfiles en las redes sociales y piensan que es suficiente. Entregar una tarjeta es un gesto más personal. Pedir que visite tu web y que tenga que anotar le resta elegancia al momento, ¿no crees?
2. Súper originales. Algunos consideran que cuanto más creativa mejor y diseñan tarjetas con formatos imposibles de guardar en la cartera o de archivar en un tarjetero. Las tarjetas de visita son informativas, no llamativas.
3. Tipografía y colores. Utilizar una fuente pequeña para incluir más datos es otro de los errores habituales. Lo ideal es que se utilicen tipografías sin ornamentos. Con los colores cuida que no se dificulte la lectura.
4. Demasiados datos. La información debe ser concisa. Solo los datos que faciliten tu contacto. No incluyas tu fotografía, por favor.
5. ¿Cómo se entrega? Los expertos aconsejan, salvo en los países de costumbres orientales, tomada por la esquina superior izquierda, evitando tapar cualquier dato impreso. Si la información no está actualizada es mejor no entregarla. Hacer tachones innecesarios es poco elegante. Si es posible, utiliza un porta-tarjetas para garantizar que no se maltrate. Recuerda que una tarjeta de visita, en un momento determinado es uno de tus mejores aliados de marketing personal.
6. ¿Cuándo entregar una tarjeta de visita?
Lo más habitual es hacerlo en el momento de las presentaciones. Así tienes en todo momento el control sobre el nombre de la persona, su cargo y cualquier otro dato que pueda necesitar a lo largo de la reunión. Si es una actividad social puedes hacerlo al momento de la despedida.
Es un detalle de cortesía leer la tarjeta antes de guardarla, eso demuestra respeto e interés por esa persona.
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