Al parecer la parte más intensa de la tormenta golpeó a Connecticut, donde las autoridades ordenaron el cierre de todas las carreteras.
BOSTON, Massachusetts, EE.UU. (AP) Una tormenta gigante con ráfagas de vientos huracanados azotó durante la noche el noreste de Estados Unidos, donde más de 650.000 viviendas y negocios no tenían electricidad, los caminos estaban intransitables y los habitantes se despertaron el sábado con más de 60 centímetros (dos pies) de nieve en la región de Nueva Inglaterra.
Al menos 96 centímetros (38 pulgadas) de nieve cayeron en Milford, en el centro de Connecticut, y ventarrones de hasta 135 kph (84 mph) se registraron en la localidad cercana de Westport. La nieve continuaba cayendo y cubría con al menos 60 centímetros (dos pies) zonas del sureste de Massachusetts, Rhode Island y Nueva Hampshire.
Las aerolíneas habían cancelado hasta el sábado más de 5.300 vuelos y estaban cerrados los tres principales aeropuertos que dan servicio a la ciudad de Nueva York, así como el aeropuerto Logan de Boston.
Las posibles inundaciones también suscitaron preocupación en la costa. En previsión fueron desalojados un par de vecindarios en Quincy, Massachusetts, en el sur de Boston, así como entre 20 y 30 personas de casas ubicadas frente al océano en Salisbury, en el norte del estado, dijeron las autoridades.
El temporal al parecer no causaba mayores problemas en Nueva York y Nueva Jersey, los estados más perjudicados durante la supertormenta Sandy de octubre pasado.
La nieve había alcanzado tanta altura el sábado en algunos lugares que a las personas les era imposible abrir las puertas para salir de sus casas. Las calles estaban desiertas en su mayor parte en toda Nueva Inglaterra, salvo por las cuadrillas de trabajadores que retiraban la nieve y algunas personas resistentes que sacaron a pasear a sus perros o que se aventuraron a tomar fotografías.
En el distrito financiero de Boston, el único sonido era el que producía un ejército de vehículos especiales que quitaban la nieve de las banquetas. En muchos lugares las calles estaban inaccesibles.
Incluso el Servicio Postal cerró sus oficinas y suspendió el sábado la entrega de correo en Nueva Inglaterra.
Al parecer la parte más intensa de la tormenta golpeó a Connecticut, donde las autoridades ordenaron el cierre de todas las carreteras.
La nieve hizo casi imposible los desplazamientos incluso para el personal que acudió a atender emergencias y que se quedó toda la noche varado en los caminos.
En la comunidad costera de Fairfield, la policía y los bomberos no podían acudir a trabajar, así que el personal del turno nocturno se quedó de servicio, dijo el primer concejal Michael Tetreau.
«Allá afuera es un verdadero desafío», indicó Tetreau. «Los caminos están intransitables en este momento. Hemos solicitado a todos que permanezcan en casa y que se mantengan seguros».
Casi 56 centímetros (22 pulgadas) de nieve cayeron en Boston, aunque se esperan hasta 91 centímetros (tres pies), dijo el Servicio Meteorológico Nacional. La cifra se acerca al récord para la ciudad de 70 centímetros (27,6 pulgadas) de nieve, alcanzado en 2003.
En la urbe, donde existe un amplio sector católico, la arquidiócesis solicitó prudencia a los parroquianos y les recordó que, de acuerdo con la legislación eclesiástica, el requisito de ir a misa el domingo «no se aplica cuando existe una grave dificultad para el complimiento de esta obligación».