Washington/Bagdad, (EFE).- Tres soldados estadounidenses han muerto cerca de la frontera con Jordania en un bombardeo con un dron que ha sido reivindicado por milicias proiraníes de Irak, en lo que supone el primer ataque mortal contra tropas de Estados Unidos desde el estallido en octubre de la guerra entre Israel y Hamás.
Estas son las claves del ataque.
¿Quiénes son los responsables?
En un comunicado, el presidente de EE.UU., Joe Biden, atribuyó el ataque a las milicias respaldadas por Irán que operan en Siria e Irak, aunque no llegó a identificar con precisión al grupo responsable.
Aunque Washington aún no ha identificado a los autores, la agrupación de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak reivindicó este domingo varios ataques contra posiciones en Siria e Irak y asumió la responsabilidad del ataque mortal contra tropas estadounidenses.
Según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), el ataque mató a tres soldados, cuyas identidades aún no han sido divulgadas, y dejó al menos 25 heridos.
¿Dónde se produjo el ataque?
Hay versiones diferentes sobre la ubicación exacta del ataque: Estados Unidos afirma que ocurrió en una base militar en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, mientras que el Gobierno jordano sostiene que tuvo lugar fuera de su territorio y se dirigió contra una base estadounidense en Siria.
Jordania es uno de los principales aliados de EE.UU. en la región, pero la presencia de cientos de tropas estadounidenses en su territorio es un tema sensible porque la mayoría de la población jordana rechaza la ayuda que Washington está proporcionando a Israel para su ofensiva sobre la Franja de Gaza.
Según medios de EE.UU., que citan a funcionarios estadounidenses, el ataque se produjo contra una base militar en Jordania llamada ‘Torre 22’, que se encuentra estratégicamente situada en el punto más al noroeste del territorio jordano, donde sus fronteras se encuentran con las de Siria e Irak.
‘Torre 22’ se encuentra cerca de otra guarnición militar estadounidense llamada ‘Al Tanf’, ubicada en Siria muy cerca de la frontera con Jordania y que, desde 2016, ha sido clave para las operaciones contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), según detalla la organización International Crisis Group en su web.
El Pentágono no ha especificado qué base militar fue atacada; pero el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, dijo en un comunicado que las tropas afectadas estaban desplegadas en una misión para lograr la «derrota duradera» del EI.
¿Cómo responderá Estados Unidos?
Biden, que estaba este domingo haciendo campaña en Carolina del Sur, prometió en un comunicado que los responsables rendirán cuentas «en el momento y de la manera» que Estados Unidos elija.
Más tarde, durante un evento en una iglesia de Carolina del Sur, Biden dio un discurso ante cientos de feligreses en el que afirmó: «Hemos tenido un día difícil anoche en Oriente Medio. Hemos perdido a tres valientes en un ataque contra una de nuestras bases».
Después, pidió un momento de silencio y lo rompió con dos palabras: «y responderemos».
Ante la inminencia de una respuesta estadounidense, diversos grupos proiraníes en el este de Siria están «reubicándose», mientras que varias milicias han desplegado camiones con lanzaderas de cohetes para contrarrestar posibles bombardeos estadounidenses, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La muerte de tres soldados estadounidenses agrava aún más la ya frágil situación en Oriente Medio, donde la tensión se ha disparado desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, donde perdieron la vida 1.200 personas, y al que las fuerzas israelíes respondieron con una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado más de 26.000 palestinos muertos.
Desde el inicio de este conflicto, las milicias proiraníes de Irak han llevado a cabo más de un centenar de ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria, causando al menos 70 heridos, en su mayoría soldados con lesiones cerebrales traumáticas.
Además, los rebeldes hutíes en Yemen, respaldados por Irán, han estado atacando a buques comerciales que transitan por el mar Rojo.
Sin embargo, hasta ahora, ninguno de estos ataques había provocado víctimas mortales entre las filas estadounidenses. EFE