EFE
NUEVA YORK. El presidente de EE.UU.. Donald Trump, arremetió ayer duramente contra la banda criminal MS-13 y otros grupos violentos, a los que se comprometió a destruir y cuya formación atribuyó a la inmigración ilegal permitida por pasadas Administraciones.
“Son animales. Como sociedad, no podemos tolerar que se vierta sangre de gente inocente, joven, maravillosa y vibrante”, afirmó Trump en un discurso pronunciado en el condado de Suffolk, en el estado de Nueva York, una región especialmente afectada por la violencia pandillera.
El mandatario estadounidense quiso reforzar así su mensaje de la necesidad de intensificar los esfuerzos de EE.UU. para reforzar las fronteras del país y combatir el crimen de bandas organizadas, que vincula a la inmigración ilegal.
“Juntos vamos a restaurar la seguridad de nuestras calles y la paz de nuestras comunidades y vamos a destruir al repugnante cartel criminal de MS-13 y otras bandas”, dijo el mandatario frente a cientos de miembros de las fuerzas del orden, a quienes agradeció repetidamente su labor.
El jefe de Estado detalló el carácter sanguinario de la MS-13, un grupo criminal internacional conocido también como “Mara Salvatrucha” compuesto principalmente por ciudadanos de Centroamérica que se originó en Los Ángeles en los años 80 y que en el pasado año y medio ha matado a al menos 17 personas en el condado de Suffolk.
“Han asesinado a niñas pequeñas, secuestrado, extorsionado, violado y robado. Les han dado palizas con bates, cortado con machetes y apuñalado con cuchillos”, destacó Trump, que dijo además que el MS-13 ha convertido “vecindarios tranquilos en campos de matanza teñidos de sangre”.
El mandatario culpó de la situación a la inmigración y a la debilidad de pasadas Administraciones a la hora de controlar la entrada ilegal de ciudadanos de otros países.
“A todos se les dejó pasar en un periodo corto de tiempo, no durante el mío, pero les vamos a sacar, les vamos a enviar a las cárceles y luego de vuelta a su país”, declaró entre aplausos de los asistentes.
Trump insistió además en la necesidad de la construcción del muro fronterizo entre EE.UU. y México para frenar la entrada de estos miembros de bandas criminales.
“Vamos a construir ese muro”, reiteró el presidente, que describió como una “herramienta vital” que no solo tendrá un impacto en la inmigración ilegal, sino en la entrada de drogas al país.
“Defenderemos nuestro país, protegeremos nuestras comunidades y pondremos la seguridad de nuestros ciudadanos primero. Se llama ‘América primero’”, dijo Trump en referencia a uno de los eslóganes de su campaña electoral más repetidos.
Asimismo, aplaudió la ruda actitud de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para con los sospechosos que arrestan.
“Por favor, no sean demasiado agradables”, dijo en referencia al momento del arresto de criminales por los miembros de ICE, a quienes instó a “quitar la mano” con la que protegen la cabeza de los detenidos cuando son introducidos en los vehículos oficiales.
Por otra parte, Trump afirmó que algunos países de Suramérica no estaban dispuestos a aceptar de vuelta a los ciudadanos que EE.UU. deporta, a lo que él respondió con la amenaza de reducir tratados de comercio.
“Les dije ‘vale, entonces cortamos los acuerdos’, y ahora ya los quieren de vuelta”, se jactó.
No es la primera vez que la actual Administración estadounidense arremete contra la violencia de bandas criminales ni que achaca su formación a la presencia de inmigrantes ilegales.
El fiscal general del país, Jeff Sessions, viajó a la misma zona de Nueva York hace tres meses para dar otro discurso en el que anunció una política de “tolerancia cero” frente a la MS-13, que afirmó introducen sus miembros en EE.UU. “casi de forma exclusiva a través de la frontera con México”.
Según cifras del Departamento de Justicia de EE.UU., el MS-13 cuenta con más de 30.000 miembros en el extranjero y más de 10.000 en al menos 40 estados de EE.UU.
Helen Cook