Washington.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, buscará su reelección en 2020 para lo que hoy inaugura una recaudación de fondos, una entrada en campaña inusualmente temprana que se celebrará en el hotel de Washington que lleva su nombre, lo que ha despertado dudas sobre posibles conflictos éticos.
«Por supuesto que se presentará a la reelección», confirmó hoy la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Sanders, al ser preguntada por el acto en una conferencia de prensa.
Trump dará un discurso en una exclusiva cena cerrada a la prensa en el Hotel Internacional Trump, situado a un kilómetro de la Casa Blanca, y cada asistente al acto pagará alrededor de 35.000 dólares por compartir un rato con el mandatario.
La cena está organizada por «Trump Victory», un comité conjunto creado por la campaña presidencial del mandatario y el Comité Nacional Republicano, que se repartirán los fondos recaudados.
Trump apenas lleva cinco meses en el poder, por lo que su entrada en campaña con tres años de antelación llama la atención, especialmente cuando se compara con el precedente de Barack Obama, que empezó a trabajar para su reelección un año antes de los comicios presidenciales de 2012.
Pero al nuevo mandatario le gusta estar en campaña, y de hecho, desde que llegó al poder en enero ha seguido celebrando actos prácticamente idénticos a sus mitines electorales del año pasado en estados clave.
En su primer día en el poder, el 20 de enero, Trump ya tramitó los documentos necesarios para presentarse a la reelección en 2020, y su campaña recaudó 7 millones de dólares para ese objetivo hasta finales de marzo.
La celebración del acto en el hotel de Trump ha generado algunas críticas al mandatario, que ya enfrenta al menos tres demandas por posibles conflictos éticos derivados de la confluencia de sus intereses empresariales y sus deberes como líder de Estados Unidos.
Tras asumir la Presidencia en enero, Trump decidió no desvincularse de la propiedad de la Trump Organization, un conglomerado inmobiliario internacional, y solamente renunció a sus cargos dentro de la compañía para ceder el poder a sus hijos Eric y Donald Jr.
En cuanto a su lujoso hotel en Washington, los beneficios que genera irán a parar a una cuenta de la empresa familiar de Trump mientras él esté en el poder, aunque no está claro si podrá tener acceso a esos fondos una vez que abandone la Casa Blanca.