EFE
WASHINGTON. El presidente de EE.UU., Donald Trump, se mostró ayer más interesado en la erradicación de cultivos de coca, el combate al narcotráfico y la crisis humanitaria en Venezuela que en la implementación del acuerdo de paz en Colombia, durante su primer encuentro con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.
Después de reunirse con Santos en el Despacho Oval, Trump reafirmó ante los periodistas su “voluntad de ayudar a Colombia” en su estrategia contra el narcotráfico, pero no hizo referencias a la ayuda estadounidense para el posconflicto, y solo expresó su apoyo al acuerdo de paz con las FARC cuando una periodista se lo preguntó.
“Le felicito (a Santos). No hay nada más difícil que la paz. Queremos hacer la paz en todo el mundo, y ustedes son realmente un gran ejemplo de ello. El presidente (Santos) ha hecho un trabajo magnífico”, dijo Trump en respuesta a la última pregunta de la conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca.
La prioridad de Trump era otra: expresar su preocupación por el aumento en los cultivos ilícitos de coca en Colombia, que en 2016 crecieron un 18 % hasta alcanzar la cifra récord de 188.000 hectáreas sembradas, con una producción potencial de cocaína de 710 toneladas métricas, según los cálculos de la Casa Blanca.
“Recientemente, hemos visto una tendencia muy alarmante. El año pasado, el cultivo de coca y la producción de cocaína en Colombia alcanzaron un nivel récord, algo que espero que el presidente (Santos) remedie muy rápido”, afirmó Trump.
“Quizá ningún área sea más importante en lo que a nuestra cooperación se refiere que nuestro esfuerzo conjunto para acabar con los terribles crímenes de drogas que plagan a nuestros dos países”, subrayó el líder estadounidense.
Trump dijo que, en su reunión con Santos, había expresado “la voluntad de Estados Unidos de ayudar a la estrategia de Colombia para perseguir y eliminar a las redes del narcotráfico, a la financiación ilegal, los cultivos de coca y la producción de cocaína, de la que hay demasiada”.
Santos trató, por su parte, de perfilar los esfuerzos de reducción de los cultivos de coca como una medida que va de la mano de la implementación del acuerdo de paz ratificado en noviembre pasado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Estamos trabajando con su Gobierno (el estadounidense) para aprovechar la oportunidad única que ofrece la paz, para poder reducir permanentemente la producción de hoja de coca en Colombia y combatir con más efectividad los demás eslabones del narcotráfico, incluido el consumo”, afirmó Santos.
El mandatario buscaba con su visita apuntalar las relaciones bilaterales entre los dos países y convencer a Trump de que el apoyo estadounidense al posconflicto en Colombia encaja con los intereses estratégicos de Estados Unidos.
Hace apenas unas semanas, el Congreso estadounidense aprobó los fondos que el expresidente Barack Obama había solicitado para la nueva fase de asistencia norteamericana al país andino, llamada Paz Colombia y compuesta por unos 450 millones de dólares entre partidas diplomáticas y de Defensa.
No obstante, Trump ha expresado su intención de recortar en un 26 % el presupuesto del Departamento de Estado, lo que podría suponer un menor aporte estadounidense a las arcas del posconflicto en el próximo año fiscal.
Santos recordó que ambos países “han tenido por mucho tiempo una alianza estratégica y una amistad extraordinaria”, y confió en que esa cooperación “se fortalecerá” con Trump en el poder.
El mandatario colombiano invitó también a Trump a “visitar pronto” su país para presenciar “la transformación” que está experimentando la nación andina.
“Espero poder darle la bienvenida a la nueva Colombia en paz, una Colombia más igualitaria, mejor educada, a la que ustedes tanto han contribuido”, agregó Santos.
Ambos hablaron también de la cooperación en materia comercial, y Santos indicó que Colombia quiere seguir siendo “el mejor destino en América Latina para la inversión de las empresas estadounidenses”.
Trump hizo también énfasis en la crisis humanitaria en Venezuela, de la que dijo que es una “desgracia para la humanidad” de unas dimensiones que no se habían visto “en décadas”.
“La gente no tiene comida. Hay mucha violencia. Haremos lo que sea necesario, trabajaremos juntos para hacer lo que sea necesario para ayudar a arreglar eso, a nivel humanitario”, afirmó Trump.
“Una Venezuela estable y pacífica está en el interés de todo el hemisferio”, agregó el mandatario, poco antes de que su Gobierno anunciara sanciones contra ocho jueces del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano.