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Trump y BidenEchan un pulso anti inmigrantes
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2 años agoon
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LA REDACCIÓN
Los políticos tienden a sacar toda la artillería retórica con el fin de arañar votos al precio que sea. Hablemos de Estados Unidos, donde faltan menos de cinco meses para las elecciones presidenciales. Por momentos, el discurso de los demócratas se confunde con el de los republicanos y viceversa.
Cuatro años después de que Joe Biden derrotara a Donald Trump en unos comicios que fueron, cuando menos, traumáticos por la insistencia del republicano de dar por bueno que había sido víctima de un fraude electoral y su papel como instigador de un intento de golpe de estado en el Capitolio, Biden emula políticas trumpistas en lo relativo a la inmigración. Sin duda, la campaña del actual presidente no pierde de vista unas encuestas poco favorables que, por ahora, le dan ventaja a su eventual oponente en unas elecciones que se presentan muy reñidas.
Desde 2016, cuando Trump se enfrentó a Hillary Clinton en una campaña en la que no escatimó en golpes bajos y descalificativos, el magnate neoyorkino puso énfasis en una agresiva política anti inmigrante, asegurando que construiría un muro infranqueable contra la supuesta horda de “criminales” que pretendía cruzar la frontera sur con México. Durante su mandato activó órdenes ejecutivas que daban al traste con el derecho a solicitar asilo y las ciudades fronterizas mexicanas se convirtieron en verdaderos embudos humanos, donde los inmigrantes vivían hacinados en campamentos improvisados. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) no perdió tiempo en acudir a los tribunales y se llegó a dictaminar que eran medidas inconstitucionales. En realidad, Trump no pudo poner fin a una corriente de migrantes que aumenta o disminuye según las trabas que pone Washington, pero que nunca cesa porque es mayor la necesidad de quienes huyen de falta de oportunidades que el temor de acabar detenidos en fronteras porosas.
De cara a las elecciones en noviembre, Trump vuelve a la carga con el discurso anti inmigrante, pintando un escenario apocalíptico del que responsabiliza a los inmigrantes indocumentados, a pesar de que las estadísticas indican que la mayor incidencia de crímenes recae en nacionales. Por su parte, Biden, en vez de subrayar que en 2020 ganó, entre otras cosas, por abordar con “humanidad” la cuestión de la inmigración, se acerca a las posiciones de su rival, tal vez preocupado porque en las encuestas la inmigración aparece como uno de los asuntos que preocupan a los votantes. Así las cosas, el presidente acaba de emitir una orden ejecutiva cuyo fin es, una vez más, el de frenar la llegada de inmigrantes. Por medio de este decreto, los oficiales de inmigración pueden expulsar de facto a quienes pretendan ingresar en el país de modo irregular, negándoles la posibilidad de solicitar asilo. Antes de esta orden ejecutiva el número de migrantes que cruza la frontera había descendido; más de 6.4 millones de ellos han sido devueltos cuando pretendían cruzar la frontera sur. El actual mandatario se ha amparado en la misma ley (que data de 1952) a la que recurrió Trump, la cual permite que se impongan restricciones al derecho a asilo. También en esta ocasión la ACLU ha presentado una demanda.
Biden y su entorno aseguran que dicha medida no es igual a la que en su día impuso su predecesor. En su explicación matizan que sólo la pondrían en práctica si la media de personas que cruzan la frontera a diario alcanza la cifra de 2.500, con la excepción de menores que viajan solos y personas víctimas de tráfico humano, quienes, aparentemente, podrían acogerse a la solicitud de asilo. Los republicanos afirman que estas restricciones son insuficientes, mientras que el sector más progresista del partido demócrata considera que este giro, además de innecesario, desvirtúa los principios de una política que debería defender una reforma migratoria integral, más centrada en la planificación de un flujo migratorio encauzado, y no en hacer de la frontera un fuerte (inútilmente) blindado.
En una entrevista reciente publicada en el diario español El Mundo con motivo de la publicación de su libro, “Los mitos de la inmigración”, el sociólogo holandés Hein de Haas desmonta muchas de las falsedades que propagan los políticos. Valiéndose de datos, Hein echa por tierra las argucias electorales que se convierten en munición y plantea que no tiene sentido ver como un problema los movimientos migratorios. Para él lo fundamental es estudiar y entender cómo se generan y de qué modo optimizar un fenómeno que no va a desaparecer ni representa, a su juicio, un peligro para las sociedades ricas. Este experto en migraciones cita al autor suizo Max Frisch, cuyo país ha sido destino de olas migratorias que en el pasado han incluido, entre otros, a inmigrantes españoles e italianos: “Queríamos trabajadores, pero en su lugar obtuvimos personas”. Una valiosa reflexión sobre la dignidad de los inmigrantes, opacada por la “normalización” del trumpismo en un año electoral que ya no se sabe quién es quién.
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Polémicos indultos de Trump: Narcos, corruptos y estafadores
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1 semana agoon
diciembre 9, 2025Por EFE
WASHINGTON.- Los indultos al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y al congresista Henry Cuéllar son los dos últimos añadidos a la larga lista de polémicos indultos presidenciales de Donald Trump en el último año y que han puesto en tela de juicio el uso de esos perdones por razones de afinidad política o por la falta de coherencia en su campaña contra las drogas.
Según un análisis publicado este lunes por el Washington Post, el mandatario ha concedido clemencia a al menos 10 personas por delitos relacionados con las drogas desde el inicio de su segundo mandato, como al líder de una pandilla de Chicago Larry Hoover y al capo de la droga de Baltimore Garnett Smith.
Juan Orlando Hernández
El caso más reciente es el indulto total al expresidente hondureño, condenado a 45 años de cárcel por cargos de narcotráfico, con el argumento de que su procesamiento había sido una «trampa» de la administración del expresidente Joe Biden.
Críticos han cargado contra Trump por considerar «hipócrita» la liberación de una persona acusada de narcotráfico mientras eleva la presión en Latinoamérica con sus acciones contra las supuestas narcolanchas vinculadas al Tren de Aragua o al Cartel de los Soles.
Ross Ulbricht
El creador del mercado web ilegal Silk Road, Ross Ulbricht, había sido condenado a cadena perpetua en 2015 con cargos de narcotráfico, conspiración y fraude informático. A su regreso a la Casa Blanca, el republicano le concedió el indulto.
Liz Oyer, abogada de indultos bajo la Administración de Trump antes de que él la despidiera, aseguró al Washington Post que estos dos casos son una muestra de «la erosión de un sistema donde cada vez pesan más el dinero y la influencia política».
Pero en esta lista de nombres no solo se encuentran condenados por tráfico de drogas.
Henry Cuéllar
La supuesta persecución política de Biden también fue el motivo que el mandatario alegó para indultar la pasada semana al congresista demócrata de Texas Henry Cuéllar, acusado en mayo de 2024 de aceptar 600,000 dólares en sobornos de un banco mexicano.
Cuéllar, miembro del Congreso por el partido demócrata desde 2005, cargó abiertamente contra la política migratoria de Biden y se alineó con posturas más cercanas a las que ahora defiende Trump.
George Santos
En octubre pasado, el presidente conmutó la sentencia del excongresista republicano de Nueva York George Santos, condenado a más de siete años de prisión por fraude y robo de identidad agravado por el mal uso de fondos de campaña para disfrute personal.
Trump describió a Santos como alguien que suele ser «un poco pícaro» pero dijo que hay muchos pícaros en el país y que no por ello están obligados a pasar siete años en la cárcel. Santos es conocido por sus comentarios polémicos sobre corrupción y migración y acumula diversas denuncias en su carrera.
David Gentile
David Gentile, director ejecutivo de una empresa de capital privado condenado a siete años de cárcel por fraude de valores, acababa de entrar en prisión cuando también recibió la clemencia de la Casa Blanca.
El expropietario de GPB Capital Holdings fue sentenciado por estafar alrededor de 1,600 millones de dólares a más de 10,000 inversores.
Changpeng Zhao
Trump indultó el pasado 23 de octubre al cofundador de la plataforma de criptomonedas Binance Changpeng Zhao, condenado por blanqueo de dinero.
El caso tuvo especial relevancia ya que, desde el regreso del neoyorquino a la Casa Blanca, Binance se ha convertido en un importante apoyo para la empresa de criptomonedas World Liberty Financial, fundada por la familia de Trump.
Participantes en el ataque al Capitolio de 2021
El primer día de su segundo mandato, el 20 de enero de 2025, Trump indultó a todos los condenados o pendientes de sentencia por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, incluidos aquellos acusados de sedición.
A estos polémicos indultos se suman casos como el de Joseph Shwartz, un magnate estadounidense condenado por fraude que, según informó el Washington Post, llegaría a pagar cerca de 1 millón de dólares a un lobby con la esperanza de obtener clemencia. La Casa Blanca le concedió el indulto, pero negó lazos con estos grupos de interés.
En manos del presidente, los perdones presidenciales, alrededor de 1,600 en 2025, se han convertido en una especie de termómetro del poder y, para muchos críticos, una práctica de «pago por clemencia» que sigue sumando nombres a la lista.
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Latinoamérica mira a China ante el impacto del «meteorito Trump»
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1 semana agoon
diciembre 9, 2025
Londres (EFE).- América Latina tenderá a reforzar sus vínculos con China, ya consolidada como principal inversor de Sudamérica, si el Gobierno estadounidense de Donald Trump insiste en una política «punitiva» y sin incentivos para la región, declaró este martes a EFE Daniel Linsker, directivo de la consultora Control Risks.
Linsker evaluó el impacto del «meteorito Trump» en la presentación en Londres del informe ‘LatAm Outlook 2026’ del centro de estudios británico Canning House, que analiza los desafíos y oportunidades para el subcontinente.
El analista explicó que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Washington vuelve a colocar al «hemisferio oeste», o América, en el centro, pero no desde la cooperación sino desde la presión: sanciones, designación de carteles como terroristas y la exigencia de definir una política sobre China.
«Si EE.UU. no ofrece algo positivo, la región simplemente seguirá donde ya está: con China», afirmó.
El ‘shock’ de un ataque a Venezuela
El experto advirtió además de que un eventual uso de ataques aéreos selectivos contra Venezuela para desestabilizar el régimen de Nicolás Maduro tendría un impacto psicológico y político «muy fuerte» en toda América Latina.
El informe subraya que el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 marcó «un cambio significativo» en la política estadounidense hacia América Latina, con un enfoque «más asertivo».
Según el estudio, los líderes latinoamericanos respondieron de distintas maneras, dado que las divisiones internas impidieron una postura unificada.
Oportunidad en la diversificación
Ante las presiones de Trump y la creciente influencia de China, muchas naciones latinoamericanas buscan ahora «diversificar sus relaciones internacionales», con la mira en países del Golfo, India y el sudeste asiático, aunque el potencial para el intercambio comercial, por el tipo de productos, es limitado, indica el documento.
Al mismo tiempo, América Latina, rica en recursos alimentarios y energéticos, atrae inversión de otros países en vías de desarrollo, como Vietnam, lo que «refleja un cambio en la dinámica económica mundial».
Los autores subrayan que la región tiene «potencial para revitalizar su economía», impulsada por la demanda de alimentos y minerales estratégicos, así como por oportunidades vinculadas a la transición energética.
No obstante, el estudio alerta sobre la persistencia de riesgos de seguridad, con violencia organizada y grupos criminales en países como México, Colombia, El Salvador o Ecuador, lo cual, dicen, «dificulta la gobernabilidad y afecta la inversión».
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Hamás afirma que no habrá segunda fase de la tregua mientras Israel incumpla la primera
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1 semana agoon
diciembre 9, 2025«Cualquier discusión sobre la segunda fase debe ir precedida de una clara presión sobre la ocupación por parte de los mediadores, Estados Unidos y todas las partes pertinentes, para garantizar la plena implementación de todas las disposiciones de la primera fase«, afirmó Badran en la nota.
Además, rechazó las declaraciones del jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Eyal Zamir, quien aseguró este domingo que «la línea amarilla es una nueva línea fronteriza» en Gaza.
Según Badran, este planteamiento evidencia el incumplimiento por parte de Israel de los compromisos pactados para la primera fase del plan de paz para Gaza propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Entre estos incumplimientos, mencionó el cierre del cruce de Rafah en ambos sentidos, las trabas a la entrada de tiendas de campaña y caravanas para desplazados, y la reducción de la ayuda humanitaria que llega a la Franja, además de la continuidad de las operaciones del Ejército israelí sobre el terreno.
Badran agregó que la demolición de viviendas palestinas dentro de la denominada línea amarilla constituye la prolongación de acciones militares que, según dijo, debían haber cesado desde la entrada en vigor del acuerdo.
Los principales organismos de derechos humanos ven poco probable que Israel retire de Gaza todas sus tropas teniendo en cuenta que el Gobierno de Netanyahu siempre se ha opuesto a ello argumentando que es la única manera que tiene de garantizar la seguridad de la comunidades fronterizas con el enclave.
Israel anunció el pasado martes que reabrirá el cruce de Rafah (sur de la Franja de Gaza) durante los próximos días para permitir la salida de gazatíes a Egipto, según un comunicado oficial de COGAT, el organismo militar israelí que gestiona asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados.
En total, desde que Israel empezara su ofensiva en Gaza como represalia por los ataques de Hamás en octubre de 2023, han muerto al menos 70,336 palestinos en ataques israelíes y más de 171,064 han resultado heridos, muchos con amputaciones y lesiones de por vida, según datos del Ministerio de Sanidad del enclave palestino.
