La jefa de competencia de la Unión Europea presentó una demanda antimonopolio contra Google el miércoles, acusando a la compañía de abusar de su dominio en búsquedas de internet, y además abrió una investigación sobre su sistema operativo móvil Android.
La noticia eleva las apuestas en el casi antimonopolio más sonado que se ha gestionado en Europa y podría llevar a miles de millones en multas para Google si no cambia la forma en que hace negocios en los 28 países del grupo.
Al anunciar la decisión, la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, dijo estar «preocupada de que la empresa haya dado una ventaja injusta a su propio servicio de comparación de precios».
La pesquisa separada sobre Android comprobará si el gigante de internet depende de acuerdos anti competencia y abusa de su posición de dominio en el mercado móvil europeo, explicó la comisaria.
Durante años, la UE ha mantenido conversaciones sobre un posible acuerdo con Google, pero el miércoles la ejecutiva europea señaló que la empresa no ha abordado por completo todos los temas que preocupaban a la UE.
La ruta más ofensiva en el proceso podría implicar muchos años de batalla legal, así como multas por valor de miles de millones de euros.
La UE puede imponer multas de hasta el 10 por ciento de los ingresos anuales, o unos 6.000 millones de dólares, y obligar a la empresa de Mountain View, California, a modificar su sistema para recomendar sitios web en Europa.
El principal objetivo es asegurar que las multinacionales «no niegan de forma artificial a los consumidores europeos una gama de opciones tan amplia como sea posible ni sofocan la innovación», dijo Vestager.
Google tiene una cuota de mercado de en torno al 90% de las búsquedas de internet en la UE, frente al aproximadamente 70% que tiene en Estados Unidos. Una de cada cuatro empresas que presentaron quejas sobre Google eran firmas rivales estadounidenses, señaló la comisaria.
«El dominio como tal no es un problema», explicó. «Sin embargo, las empresas dominantes tienen una responsabilidad de no abusar de su poderosa posición de mercado».
El asesor legal general de Google, Keny Walker, escribió el martes por la noche que Vestager presentaría una «declaración de objeciones» a las prácticas empresarias de la compañía.
Thomas Vinje, asesor legal de FairSearch Europe, un grupo que instó a los reguladores europeos a poner freno a Google, afirmó que la decisión del miércoles es «un paso significativo hacia poner fin a las prácticas anticompetitivas de Google, que han dañado la innovación y las opciones de los consumidores».
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