Un Daño Probablemente Irreparable
Nunca se pensó que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) haría tanto daño a la República Dominicana, porque nadie pone en duda que fue una organización que se creó para buscarle solución a los grandes problemas de la sociedad dominicana.
El PLD fue una expresión fiel del interés de un hombre que amó hasta más no poder a su tierra, como lo fue el profesor Juan Bosch, pero siempre le tuvo miedo a las audacias y atrevimientos de la pequeña burguesía.
Don Juan siempre lo dijo que la pequeña burguesía era capaz de cualquier cosa y así exactamente ha pasado con los peledeístas que llegaron al poder.
Se han enriquecido hasta más no poder y sus vínculos de ahora son más que preocupantes, como lo que acaba de ocurrir con el llamado César el Abusador, protegido por los altos funcionarios del gobierno.
Cuando Don Juan presentó renuncia como miembro del PLD porque entendía que esa organización se había convertido en otro PRD, fueron muchos los que atribuyeron la decisión a las rabiascas que a veces tenía ese gran líder político.
Pero no, Don Juan estaba muy seguro de lo que decía y hacia y ahí está la explicación, ya que inmediatamente el PLD llega al poder recoger a todos los que habían sido expulsados de su seno, porque a partir de ese nuevo proyecto ahí cabía todo, hasta las peores crápulas.
El daño causado a la sociedad dominicana es prácticamente irreparable y se pudiera decir que será a muy largo plazo que se pueda lograr el saneamiento anhelado.
Por ejemplo, no es tan fácil transformar el Ministerio Público, el cual está afectado de una pudrición que muy difícilmente se pueda regenerar.
En ese órgano del Estado se da de todo, hay una verdadera alianza con la delincuencia en sentido general, porque los fiscales del país son también cómplices de los peores delitos y crímenes.
No es tan fácil meterle mano a lo que pasa en el Ministerio Público y ni que decir con el asunto de la corrupción administrativa, en la que la mayoría de los funcionarios del Gobierno que manejan presupuesto se resisten a robarse cien o doscientos millones, sino miles.
No importa las consecuencias si es que hubiera alguna, porque generalmente no hay ninguna, cuando se decide cometer una indelicadeza con los fondos públicos, mientras la gente sufre y la nación se endeuda sin que le duela a nadie, absolutamente a nadie.
Lo peor de todo es que los peledeístas hayan decidido aliarse al peor de los flagelos, como el narcotráfico, y ahí tenemos el mejor de los ejemplos con el caso de César el Abusador.
Por mucho que se quiera tapar la verdad, ella está a la vista de todos.
Absolutamente de todos!!
