El brote en el buque nuclear ‘Theodore Roosevelt’, anclado en Guam, desató una polémica que concluyó con el relevo de su capitán y del secretario de la Marina de EE UU
** HOLD FOR STORY ** In this April 7, 2020, photo, released by the U.S. Navy, sailors assigned to the aircraft carrier USS Theodore Roosevelt, who have tested negative for COVID-19 and are asymptomatic, are checked at local hotels in Guam in an effort to implement social distancing. (Mass Communication Specialist 1st Julio Rivera/U.S. Navy via AP)
Washington.- Un marinero del portaaviones estadounidense Theodore Roosevelt ha muerto este lunes a raíz de complicaciones de la Covid-19 en la isla de Guam, donde el barco, con más de 500 infectados por el coronavirus, tuvo que permanecer anclado y parcialmente evacuado, según ha anunciado la Armada de Estados Unidos. El marino, que dio positivo por coronavirus el pasado 30 de marzo, fue admitido el jueves en la unidad de cuidados intensivos del hospital Naval de Guam después de ser encontrado inconsciente y de que varios compañeros intentaran reanimarle. La identidad y edad no serán reveladas hasta contactar a la familia.
El
portaaviones Theodore Roosevelt, con 34 años de servicio, tiene su base en San Diego y había partido con 4.865 marineros el pasado 17 de enero hacia el Pacífico. El 5 de marzo hizo escala en Da Nang, Vietnam, para celebrar los 25 años de la normalización de relaciones. La tripulación participó en diversas actividades. En esa fecha no había casos de Covid-19 conocidos en Vietnam, pero se descubrieron los primeros positivos tres días después. El 22 de marzo, un marinero dio positivo por coronavirus. El 27 de marzo el barco atracó en la isla de Guam y ocho marineros tuvieron que ser hospitalizados en tierra, informaba
Pablo Ximénez de Sandoval desde Los Ángeles.
“Como otros marineros aislados, recibía atención médica dos veces al día por los equipos médicos”, ha asegurado la Armada este lunes en un comunicado. Sin embargo, no se han procurado más detalles. El Theodore Roosevelt está anclado en Guam, una pequeña isla del océano Pacífico y un territorio no incorporado a EE UU, desde que atracó en ese puerto el 27 de marzo para proveerse de víveres y para que la tripulación pudiera bajar a tierra de permiso.
La Armada comunicó la semana pasada que el 92% de la tripulación había sido sometida a pruebas por Covid-19. En total, 585 dieron positivo y 3.673 negativo al nuevo coronavirus, que ha matado a más de 115.000 personas en todo el mundo, 22.000 de ellas en Estados Unidos.
La crítica situación a bordo desató la semana pasada una batalla entre el capitán y el secretario de la Armada que terminó con ambos relevados de sus puestos. Brett Crozier, excomandante del Theodore Roosevelt, fue destituido a comienzos de abril por haber enviado una carta de varias páginas a sus superiores y otras 20 personas reclamando la evacuación inmediata del portaaviones contaminado. “No estamos en guerra. No hay ninguna razón para que marinos mueran”, dijo entonces el comandante.
El 2 de abril, Thomas Modly, secretario interino de la Marina de Estados Unidos, aseguró que había perdido la confianza en el capitán Crozier, convencido de que estaba exagerando la situación. El capitán dejó que “la complejidad del reto”, dijo Modly, “sobrepasara su capacidad para actuar con profesionalidad”. Crozier fue relevado del mando ese día. Pero no fue suficiente. Modly decidió volar a Guam y dirigirse personalmente a la tropa del Theodore Roosevelt.
“Sacar a la mayoría del personal de un portaaviones nuclear en activo de Estados Unidos y aislarlos durante dos semanas puede parecer una medida extraordinaria”, dijo Crozier al Departamento de Marina, quien calculó que el 10% de los marineros tendría que asumir “un riesgo necesario” y quedarse en el portaaviones para ejecutar las operaciones básicas. Pero “mantener a más de 4.000 jóvenes a bordo del Theodore Roosevelt es un riesgo innecesario y quiebra la confianza que estos marineros nos han dado”.
En el discurso que Modly dio ante la tropa días después atacó personalmente a Crozier, al que llamó “estúpido” e “ingenuo” por hacer circular esa carta. Unas palabras que terminaron desatando una desagradable polémica que concluyó con la renuncia del jefe de la Marina. “Quiero disculparme por la confusión que puedan haber causado mis palabras. Quiero también disculparme directamente con el capitán Crozier, su familia y toda la tripulación del Theodore Roosevelt por el dolor que hayan causado mis declaraciones”, declaró Modly. “Dijo lo que dijo y nadie lo va a olvidar”, comentó a Reuters un marinero sobre esas declaraciones.
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