ROMA.- A casi un año del terremoto que el 24 de agosto del año pasado arrasó el centro de Italia, otro violento temblor, de 4 grados de la escala Richter, volvió a estremecer a la península, golpeando a la pequeña isla de Ischia, que se levanta en el mar Tirreno, frente a la ciudad de Nápoles, al sur del país.
El terremoto tuvo lugar ya de noche, a las 20.57 locales (las 15.57 de la Argentina). Dejó graves daños en la localidad de Casamicciola Terme, al norte de la isla y provocó pánico entre la población de Ischia, en este momento llena de turistas en plenas vacaciones.
Según un balance provisorio, el temblor dejó 1 muerto -una mujer mayor que falleció golpeada por los escombros caídos de una iglesia-, 3 desaparecidos y 25 heridos. En plena madrugada italiana los socorristas trabajaban a todo ritmo para sacar de las ruinas de una vivienda derrumbada a tres niños de 17 meses, 4 y 6 años, probablemente hermanos, según la agencia ANSA.
“Hubo un estruendo terrible que llegó desde el mar y luego un corte de luz”, dijeron testigos. Enseguida la gente, que se encontraba cenando, o en su casa, salió a la calle, en pánico.
Las localidades de Casamicciola Terme y Lacco Ameno, al norte de la isla, fueron las más afectadas: se derrumbaron varios edifcios, así como una antigua iglesia. “En el barrio de La Rita, de Casamicciola, se derrumbó un edificio y fueron extraidas vivas tres personas, dos mujeres y un hombre”, dijo el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.
Pasada la medianoche local, Borrelli detalló que el temblor, de 4 grados de escala Richter, fue seguido por 14 réplicas de menor intensidad.
Muchos hoteles, conocidos por sus aguas termales, se encontraban aislados. Según el diario La Repubblica, el terremoto se registró en el mar, a una profundidad de entre 5 y 10 kilómetros, y se sintió perfectamente en muchas zonas de la isla, una zona altamente sísimica. Ischia tiene una superficie de 46,3 kilómetros cuadrados y unos 64.000 habitantes, aunque en pleno verano, época de vacaciones, está llena de turistas italianos y extranjeros.
Expertos recordaron que el 29 de julio de 1883 otro terremoto, de casi 6 grados de escala Richter, arrasó la localidad de Casamicciola, provocando unos 2300 muertos.
El hospital Rizzoli de Lacco Ameno fue evacuado por la presencia de varias grietas en el edificio. Los bomberos recibieron decenas de llamados y varios equipos se encontraban trabajando para liberar a familias atrapadas en los escombros. Desde Nápoles iban llegando, a través de ferrys y helicópteros, equipos de rescate desde varias partes de Italia, según podía verse en el noticiero televisivo RaiNews24.
“Oímos un estruendo fuertísmo”, contó Giuseppe, titular de una restaurante de la costa oeste de la isla. “Fue un sacudón fuertísimo, pero muy breve. Teníamos gente que estaba cenando, se escaparon todos. Después hubo quienes volvieron para terminar la cena. Hubo corte de luz. Teníamos velas en las mesas y entonces pudimos seguir viendo, pero tuvimos mucho miedo”, agregó, según la web del diario La Stampa.
El gobernador de la región de Campania, Vincenzo De Luca, se encontraba en comunicación con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, que seguía la emergencia, junto a la Protección Civil que coordina los socorros.
Hace casi un año, un terremoto de 6 grados devastó diversas localidades del centro de Italia -haciendo desaparecer del mapa pequeñas ciudades como Amatrice, famosa por la “pasta all’Amatrice”, Accumoli, Norcia y Arquata del Tronto- provocando casi 300 muertos y daños inestimables.
Más allá del miedo y de otra larga noche de pesadilla para los italianos, el sismo que sacudió a la isla de Ischia, donde la población se aprestaba a dormir a la intemperie por temor a nuevas réplicas, según fuentes de prensa es mucho menos dramático del que golpeó a la zona de los Apeninos, hace casi un año.