EFE
NUEVA YORK. En un viaje del cielo a la tierra se convirtió el primer trimestre del año para Wall Street, que pasó de la euforia por las alzas de enero a rachas negativas que pusieron a temblar a los inversores en los dos meses siguientes.
El año que se anticipaba prolongaría la etapa de revalorización de la bolsa neoyorquina ante los récords alcanzados en enero pasado, se convirtió en una pesadilla a medida que los inversores sopesaban probables riesgos en el camino.
Las tasas de interés, la inflación, la rentabilidad de los bonos del Tesoro y más recientemente las malas noticias relacionadas con las firmas tecnológicas, sirvieron de combustible para quemar los puntos ganados por los mayores índices de Wall Steet, que pese a sus desinfles aún siguen superando los niveles de hace un año.
El optimismo se vivió en su punto máximo el pasado 26 de enero, cuando los tres indicadores del parqué neoyorquino cosecharon ganancias ante los buenos resultados empresariales.
Ese día el Dow Jones de Industriales se encumbró hasta los 26.616,71 puntos, en la que fue su undécima marca histórica en lo que va año, y el S&P 500 conquistó igualmente un nuevo récord, el decimocuarto de 2018, hasta 2.872,87 unidades.
También el mercado Nasdaq destacó en esa fecha y quedó en 7.505,77 enteros, y volvió a tener tirón el pasado 12 de marzo, cuando llegó a las 7.588,32 unidades, en su decimoquinto récord.
Los mercados, sin embargo, se lanzaron a partir de febrero por un tobogán a medida que se esparcía el temor a un alza de los tipos de interés y el consecuente encarecimiento del dinero.
Fue así como el 5 de febrero el Dow Jones bajó 1.175,21 unidades, un revés en puntos que hasta entonces no había experimentado en su historia, aunque sí ha sufrido fuertes bajas porcentuales. Su mayor retroceso de este tipo había tenido lugar el 29 de septiembre de 2008, en plena crisis financiera, cuando se deshizo de 777 enteros.
“El salto en la volatilidad que vimos a principios de febrero, eso definitivamente constituye un cambio en el mercado”, dijo Rick de los Reyes, experto de la firma T. Rowe Price, a The Wall Street Journal.
El diario neoyorquino apuntó además que en los tres primeros meses del año el índice de volatilidad VIX, conocido también como el “indicador del miedo”, subió alrededor de un 80 %
Con el ánimo crispado y los operadores dispuestos a liquidar al más mínimo indicador de preocupación, los expertos aseguran que Wall Street ha entrado en una etapa de corrección.
El más reciente capítulo de ventas de acciones se vivió en los últimos días al conocerse la filtración de datos de millones de usuarios de Facebook, además de un choque que involucró a un coche de Tesla y los comentarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, contra Amazon, casos que hicieron caer en desgracia a las tecnológicas.
El resfriado que sacudió al denominado grupo FAANG, un acrónimo formado con las iniciales de Facebook, Amazon, Apple, Netflix y la matriz de Google, Alphabet, contagió a Wall Street, que ya había sufrido en las semanas previas el temor a una guerra comercial entre Estados Unidos y China ante los aranceles anunciados por Trump.
Así, entre rumores y anuncios oficiales, Wall Street llegó a su último día de marzo y del trimestre por la semana reducida por el festivo del Viernes Santo con el Dow Jones marcando 24.103,11 unidades, el selectivo S&P 500 en 2.640,87 enteros y el Nasdaq en 7.063,45 unidades.
El Dow Jones y el S&P 500 se dejaron un 2,5 % y un 1,2 %, respectivamente, entre enero y marzo, mientras que el Nasdaq avanzó un 2,3 % en este periodo de gran volatilidad.