Un rector con vocación policial

Por Narciso Isa Conde

La Universidad Autónoma de Santo  Domingo-UASD me invistió en mayo del 2009 como Profesor Honorario, pero ahora su actual rector, Mateo Aquino Febrillet, decidió en forma torpe y mendaz acusarme de ser “el principal promotor de la violencia y el terror en la UASD”; haciendo extensivo su exabrupto de corte policial al Movimiento Caamañista-MC y a la Izquierda Revolucionaria-IR.

Hay un sabio refrán popular que dice con razón que siempre “el ladrón juzga por su condición”.

Eso le pasa a Mateo Aquino Febrillet en su ejercicio dictatorial desde una Rectoría plagada de esfuerzos privatizadores, corrupción, abuso de poder, torpezas e ilegalidades; acompañado siempre de la banda que integran policías encubiertos junto a los llamados “topos”; verdaderos delincuentes disfrazados de “agentes de seguridad de la UASD”, usados para agredir a los estudiantes y la familia universitaria en combinación con la putrefacta y criminal Policía Nacional.

Esa banda fuertemente armada fue la que él y el agresivo agente de seguridad a su servicio, Manuel Gutiérrez, usaron el pasado 20 de julio del 2012 para agredir el campamento del Comité Contra la Privatización y del Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel-FELABEL y la que también volvieron a usar el pasado sábado en San Francisco de Macorís para dispararle a un piquete pacífico que reclamaba derechos inalienables del estudiantado; acusando luego, en ambos casos, a las víctimas de generar la violencia desatada por ellos.

Este vil recurso se repite como revancha, después que un tribunal de la república exculpara recientemente a los acusados en el primer caso. Y se repite para volver a acusar a los jóvenes que el tribunal ordenó reintegrar y que de nuevo han suspendido sumariamente.

Más aún, en ese tenor –y para colmo de la perversidad- el camarada Raúl Monegro, vocero nacional del Frente Amplio de Lucha Popular- FALPO y dirigente del MPD en SFM, ha sido víctima de un atentado a tiros, evidentemente fraguado por los peores elementos del entorno de RECTOR y de su acólito Director del Centro-UASD de SFM; una parte e ellos asociados a la Policía Nacional, a la que siempre recurren para reprimir a bombazos y a tiros a los/as estudiantes y para violar sin pudor el Fuero y la Autonomía Universitaria.

Todos nuestros esfuerzos para crear otro clima en la UASD han sido rechazados, como lo demuestra su actitud frente reiteradas propuestas, la última de ella acordada previamente con el propio rector como recurso para distender las tensiones.

Para las corrientes estudiantiles, profesorales, de empleados y de izquierda que propugnamos por un Nuevo Movimiento Renovador de la UASD, todo esto es tan condenable e inaceptable como lo es también que el actual Rector y las autoridades que apoyan su actitud despótica continúen empecinados/as en desconocer los derechos de FELABEL y en mantener en prisión a sus dirigentes y activistas falsamente acusados de la muerte del coronel Julián Suárez, víctima de las pugnas inter-policiales.

Por eso decidimos relanzar, en ocasión de la apertura de clases, la lucha por la democratización de nuestra universidad, comenzando con la convocatoria de una importante y ordenada movilización en el campus universitario, la cual fue impedida temporalmente el 1 de octubre con el arbitrario cierre de la docencia y de la sede central, acusada de violenta antes de realizarse.

Hay que repudiar estas atrocidades.

Hay que derrotar definitivamente esa claque universitaria despótica y privatizadora, articulada a las escorias del régimen político y a la clase dominante, desesperada porque siente que la familia uasdiana se le vuelva en contra.

La decisión es reconvocar la referida manifestación y continuar las movilizaciones en favor de la democratización de la UASD.

¡Pronto lo vamos a lograr!

Vinculado históricamente a las conquistas de nuestra universidad primada y a las mejores causas nacionales y mundiales, debo decir que me duelen esos pérfidos desafueros contra la democracia y me llena de orgullo que sus autores me denigren sin razón y me acusen de lo que nunca he practicado: la violencia contra la UASD que contribuí a crear.