Es importante que los actores de la vida política nacional no desmientan con sus acciones algunos procedimientos que podrían contribuir a adecentar la sociedad dominicana.
Nos referimos muy concretamente a la denuncia y el sometimiento a través del ministerio público del ex-presidente Leonel Fernández por parte del doctor Guillermo Moreno, presidente del Partido Alianza País.
El ex-fiscal ha sido una figura importante en contra de la corrupción, pero hay cuestiones que parecen contradictorias, en virtud de que Moreno defiende la pensión de su mujer en la Junta Central Electoral y el nombramiento de su hijo en un cargo diplomático en Washington, capital de los Estados Unidos.
Sean grandes o pequeños los hechos cometidos, los mismos tienen que ser un termómetro para medir las posibilidades de apoyar lo que no está bien.
Pero no podemos criticar en otros lo que vemos como normal en nosotros, porque entonces estamos partiendo de un parámetro, no sólo equivocado, sino también injusto.
Es lamentable tener que coincidir en este punto con personas que no tienen ninguna reputación, sobre todo los que defienden a los corruptos del PLD, encabezados por Leonel Fernández.
Éste periódico confiesa que ni siquiera sabíamos lo del nombramiento del hijo de Guillermo Moreno en un cargo diplomático hasta que el periodista de UNIVISION, Jorge Ramos, habló de ello.
Pero sí nos ha llamado a la atención que Moreno defienda la pensión de su esposa de más de cuatro mil dólares que recibe mensualmente de la Junta Central Electoral, cuando todo el mundo en el país ha cuestionado las mismas, no sólo en la JCE, sino también en la Superintencia de Seguros, la Cámara de Cuentas, entre otras instituciones del sector público, por ser ilegales, inmorables y anti-éticas.
De igual modo, no compartimos el punto de vista de Guillermo Moreno en torno al cargo diplomático que ocupa su hijo, en virtud de que todo el mundo sabe que un nombramiento en un cargo diplomático en la República Dominicana siempre ha sido como una paga por algún trabajo político o favor de cualquier otro género.
Jamás hemos creído que basta la capacidad y la responsabilidad para ser nombrado en un cargo diplomático, lo que puede ser confirmado con una revisión de la nómina en la misión diplomática dominicana en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se compruebe si hablamos por hablar.
Que quede claro que el hijo de Guillermo Moreno tiene todo el derecho de ocupar una posición pública e incluso de militar en el partido de gobierno, pero lo que no compartimos es que el presidente de Alianza País defienda la posición que ocupa su hijo sobre la base de que él cumple con su deber, porque sencillamente esa no es la regla del juego en el Estado dominicano.
Que quede claro que hacemos estas puntualizaciones porque ya estamos hartos de engaños y doble moral, aunque necesariamente éste no sea el caso de Guillermo Moreno, a quien consideramos hasta pruebas en contrario una persona honesta, pero no compartimos con él la defensa de lo indefendible, como son la pensión de su esposa y el nombramiento de su hijo que no sabemos si fue una designación hecha por Danilo Medina o por el propio Leonel Fernández.
No permitamos que una conducta mala les quite legitimidad a otras buenas.