Una Historia con un Profundo Contenido Humano.

Por José Cabral

La desaparición durante cuarenta días de cuatro niños, de 13,9,4 y once meses tras su madre morir conjuntamente con otras dos personas cuando se produjo un accidente de avioneta en la selva amazónica y que llevó al Gobierno de Colombia a desarrollar la Operación Esperanza.

La selva es un terreno húmedo donde quienes sobreviven son los jaguares, las serpientes o plantas venenosas, pero un total de 184 personas, 112 militares y 72 indígenas, luego de darse cuenta de que los niños habían sobrevivido al accidente, iniciaron su búsqueda para encontrarlos 40 días después.

Para la sobrevivencia de ellos fue determinante el papel jugado por la niña de 13 años, quien siempre buscó mantenerlos unidos y que en el transcurso de su amplio recorrido por zonas muy peligrosas llevó cargado y a su cuido al menor de 11 meses.

El mensaje aparte de lo triste que es, también resulta hermoso por su valor humano y el sentido de la responsabilidad asumida por una niña de apenas 13 años, quien no se confundió y se focalizó en que  sus hermanos no se apartaran y no les ocurriera nada.

Es una historia de película, cuyo contenido tiene una diversidad de mensajes en un mundo en que los valores humanos prácticamente desaparecen, donde nada importa.

A esta historia también se agrega el hecho del papel jugado por el perro que perdió el rumbo en la selva cuando se apartó de las tropas que buscaban a los niños y que los encontró, pero que se extravió nueva vez para su encuentro ser en los actuales momentos la principal misión de los rescatistas.

Es en realidad una historia triste y hermosa, que independientemente de que lo que más importa es que los niños están a salvos, representa un mensaje de responsabilidad de una niña que tiene un amplio sentido del amor filial y del cuido del más necesitado de sus hermanos por su edad y porque no puede valerse por sí mismo.

La verdad que he llorado por una historia que realmente llega al alma y al corazón por el hecho de contener un mensaje tan contundente para los que hacen daños al ser más preciado de la humanidad como es el niño, que actúa con sinceridad y sin malicia.

Ojalá se pueda llevar esta historia al cine para que sirva de enseñanza y de motivación en un mundo que cada día se endurece y en el que sólo importa la mercancía llamada dinero y nada más.

Todas las bendiciones para esa niña y sus hermanitos que han dejado una huella inborrable en la historia de la humanidad, no sólo de su país Colombia.