La portavoz de la Unicef en Jordania comentó que la situación que viven los refugiados sirios en el campamento de Zaatari es insostenible, a tal punto que algunos prefieren irse y morir en la guerra que experimenta su país. En ese campamento se encuentran unas 120 mil personas.
Portavoz de la Unicef indica que los refugiados sirios en Jordania viven una situación insostenible. (Foto: Archivo)
La portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés) en Jordania, Najwa Mekki, indicó este jueves que la situación que atraviesan los refugiados sirios en este país del Medio Oriente es insostenible y pasa con frecuencia que algunas de las familias vuelven a su país porque prefieren morir en su nación que vivir en un campo de refugiados.
«También hay familias que vuelven a Siria. No en grandes números, pero las condiciones son tan duras dentro del campamento que hay gente que prefiere morir en su país que vivir en Zaatari», declaró la portavoz de la Unicef desde la capital de España.
Detalló que en ese campo «hay que entender que hablamos de un lugar que hace un año era un desierto total, no hay sombra natural, ni un solo árbol, y las temperaturas son extremas tanto en verano como en invierno».
Pese a esto, la vocera del ente aclaró que aunque algunos vuelvan, a lo largo del último año muchos refugiados «se han hecho a la idea de que tendrán que quedarse aquí un tiempo».
Mekki labora en el campamento de refugiados de Zaatari en el noroeste de Jordania y a pocos kilómetros de la frontera con Siria.
Este es el segundo campamento de su tipo más grande del mundo y en este viven alrededor de 120 mil personas que han huido de la guerra en Siria, la mitad de ellos son niños.
La representante de la Unicef comentó que alrededor de 200 o 300 sirios cruzan diariamente la frontera con Jordania, sin embargo la población en el campamento de Zaatari permanece estable debido a que otras decenas de personas salen de este porque consiguen ayuda de familiares o amigos jordanos.
Mekki acotó que una de las cosas que más preocupa es la situación de los niños en el campamento, donde hay 30 mil infantes en edad escolar, pero solo 15 mil asisten a clases en una de las tres escuelas que hay en Zaatari.
«Hicimos un gran esfuerzo para convencer a los padres de que los niños fueran al colegio», dijo Mekki sobre las familias de Zaatari que no envían a sus hijos a la escuela porque piensan que la situación es temporal o porque los niños creen que deben trabajar, «pero lamentablemente no tenemos capacidad para todo el mundo».
Zaatari es actualmente el cuarto núcleo mayor de población de Jordania, y su situación en mitad del desierto supone graves problemas de abastecimiento. En total, cerca de 560 mil personas han huido de Siria al país vecino desde el comienzo de la guerra.