Europa no descarta la posibilidad de un despliegue militar en suelo maliense (Foto: AP)
El pleno de la Unión Europea (UE) decidió este jueves enviar, en febrero próximo, alrededor de 500 instructores militares a Malí, mientras Francia anunció que movilizará otros dos mil 500 efectivos para enfrentar a grupos rebeldes que luchan contra el Gobierno de transición, en apoyo a las tropas que ya entraron en guerra en la nación africana.
Durante una reunión especial de ministros de Exteriores de los 27 Estados del bloque regional, ganador del premio Nobel de la Paz 2012, algunos países no negaron la posibilidad de un despliegue militar en suelo maliense, al tiempo que otros países como Estados Unidos y Gran Bretaña manifestaron, de manera individual, que reforzarán a las tropas extranjeras que allí se encuentran.
La presunta misión de los instructores será “preparar” al Ejército de Malí para la lucha contra los insurgentes en el norte del país, incluidos los más de tres soldados que enviará próximamente la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
Según el comunicado de la UE, los instructores actuarán al margen de la intervención militar que lleva adelante Francia, pues dijeron los militares europeos no participarán directamente en las acciones de combate.
La tropa de entrenadores estará dirigida por el francés François Lecointre, tendrá un mandato de 15 meses y contará con un presupuesto inicial superior a los millones de euros (unos 16 millones de dólares), a pesar de la fuerte crisis financiera que afecta el bloque europeo actualmente.
En el marco de la sesión europea, el Gobierno de Francois Hollande, que ya cuenta con unas mil 400 tropas en la acción de guerra en Malí, se prepara para movilizar otros dos mil 500 soldados.
El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, precisó que, además del contingente militar, su país también envió más helicópteros de combate, que serán utilizadas en apoyo a las unidades especiales que luchan con los soldados malienses contra los islamistas.
Mientras transcurría el encuentro, París volvió a bombardear los campamentos y centros de entrenamiento de las fuerzas islámicas que luchan para derrocar a los golpistas que tomaron el poder en marzo del 2012 y establecieron un Gobierno de transición.
«La operación es cada día más potente. Los efectivos ya están en el terreno con más helicópteros y vehículos blindados», indicó el portavoz del Estado Mayor del Ejército francés, coronel Thierry Burkhard.
Al alto militar confirmó también que aviones de Gran Bretaña, Dinamarca y Bélgica han aportado en las últimas horas material logístico y víveres.
En tanto, tropas malienses, apoyadas por Francia, continuaron los enfrentamientos por el control de la ciudad de Diabali (centro), con el objetivo de desalojar a los rebeldes del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad, que controlan el norte de la nación.
La recuperación de esta ciudad le permitiría al Ejército de Mali y sus aliados avanzar por tierra mediante una ofensiva hacia el norte, donde se presume que los islámicos se han hecho fuertes.
La República de Mali es el tercer mayor productor de oro del continente africano, con ocho minas en explotación y famoso por ese recurso mineral desde la época del gran imperio, apuntan los investigadores de Global Research.
El conflicto en Mali ha generado cerca de 150 mil personas refugiadas en países vecinos y unos 230 mil desplazados dentro del mismo territorio maliense, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).