Habitantes de Cataluña reclaman su independencia a través de referendo (Foto: Archivo)
La Unión Europea (UE) advirtió que una hipotética independencia unilateral de la comunidad autónoma española de Cataluña (noroeste) significaría su exclusión inmediata del organismo, y quedaría en manos del Gobierno de España el permitir o vetar su adhesión al bloque comunitario.
“Coincido plenamente en el análisis de que la Unión Europea no puede reconocer una independencia unilateral (de Cataluña)”, dijo en una carta, la comisaria europea de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding.
Bruselas, sede la UE, explica que cuando el territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado, los tratados de la Unión Europea no se aplicarán a dicho territorio. “Un nuevo Estado, creado como resultado de un proceso de independencia, se convertiría en un ‘tercer país’ con respecto a la UE», agrega el texto.
Reding destaca que ni aunque se modificara la Constitución española para permitir la celebración de un referendo independentista, Cataluña podría ser, de inmediato, un Estado de la Mancomunidad.
En una misiva previa, el secretario del Estado español para asuntos comunitarios, Íñigo Méndez de Vigo, citó el artículo 52 del Tratado Europeo, en el que enumeran los Estados miembros vinculantes, entre ellos el Reino de España.
“Un hipotético nuevo Estado debería, según el artículo 49 del Tratado, solicitar la adhesión y obtener una decisión favorable del Consejo y por unanimidad de los Parlamentos de todos los países integrantes», precisó.
De concretarse la separación, la postura de la Comisión Europea es tratar cada caso de forma individual, siempre y cuando España pida formalmente la opinión del organismo.
Con su carta, Reding se rectifica a sí misma, después de afirmar hace un mes, a un diario sevillano, que en ningún lugar estaba escrito que Cataluña tuviera que quedar excluida de la UE en caso de independizarse.
Sobre este particular, la agencia Europa Press reseña que fuentes comunitarias observan con preocupación que, frente a la crisis en la región, se agudice la inestabilidad que un proceso de secesión puede provocar en la economía española, que ya ha pedido un rescate para sus bancos y podría pedir otro para el país.
Situación similar se vivió con Groenlandia al separarse de Dinamarca en 1973, mediante un referendo, ya que sus ciudadanos perdieron el pasaporte comunitario. Sin embargo, la diferencia es que, en aquel entonces, el motivo de la separación de los groenlandeses era precisamente su rechazo a pertenecer a la UE.
En España, los catalanes se han movilizado con más frecuencia en los últimos tiempos, exigiendo su soberanía, lo que ha llevado a que la sociedad se vaya acostumbrando a tratar el tema de la independencia.