Caracas.-Agentes de la Guardia Nacional bloquearon el paso a cientos de opositores del presidente Nicolás Maduro que salieron el sábado a marchar «contra el hambre» por el oeste de Caracas, un área que por décadas ha sido uno de los bastiones del gobierno socialista.
En este país sudamericano donde comer es una odisea diaria para muchas familias, cientos de venezolanos tenían previsto realizar un recorrido de 8,5 kilómetros para exigirle al gobierno remediar la severa escasez y los elevados costos de alimentos básicos como leche, harina de maíz, aceite, azúcar, arroz, huevos, entre otros.
A semejanza de los anteriores 62 días de protestas, la Guardia Nacional bloqueó con vehículos blindados, que portan muros plegables, y lanzaron gas pimienta y granadas de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, apenas a unas 300 metros del punto de partido de la caminata en la barriada de La Vega, al suroeste de la capital. Se esperaba que durante el recorrido, en varios puntos intermedios, se sumasen otros manifestantes.
Poco después, un pequeño grupo de manifestantes trató de retomar la marcha por calles paralelas a la ruta original, pero fueron repelidos por los militares a bordo de motocicletas, que dispararon profusamente gases lacrimógenos, y mediante el uso de vehículos con cañones de agua. Muchos se resguardaron en edificios cercanos y fueron auxiliados por lso vecinos.
La marcha forma parte del aluvión de protestas casi a diario que desde finales de marzohan dejado al menos 63 muertos, 1.118 heridos y 422 detenidos, según cifras de la Fiscalía General.
La víctima más reciente fue identificada como Yoiner Peña, de 28 años, quien falleció en la madrugada del sábado tras ser herido de bala el 11 de abril en la ciudad occidental de Barquisimeto, confirmó la Fiscalía General en un comunicado.
Los manifestantes sostienen que el gobierno de Maduro está mutando rápidamente en un régimen autoritario y que la iniciativa del mandatario de convocar en mayo una Asamblea Constituyente que estaría a cargo de redactar una nueva carta magna es un intento más de este para consolidar su poder.
«Más allá que el gobierno de Maduro es más autoritario, más represivo, no podemos permitir que siga imponiéndonos un modelo socialista de atraso, de pobreza», dijo el diputado opositor Miguel Pizarro, poco antes del altercado con los militares.
«Sin abandonar nuestra lucha por el rescate de la democracia, por la libertad de los presos políticos, por elecciones generales; nuestro temario incluye exigir soluciones ante la peor crisis económica y social de nuestra historia, que provoca que en muchos hogares los padres dejen de comer para que sus hijos coman», expresó.
Los opositores han intensificado sus actividades en áreas que han sido bastiones del oficialismo desde la llegada al poder en 1999 del ahora fallecido presidente Hugo Chávez, predecesor y mentor de Maduro, quien convirtió las barriadas pobres en su principal fuente de apoyo mediante la inversión de decenas de miles de millones de dólares del petróleo en generosos programas sociales.
La popularidad de Maduro, empero, viene en descenso afectada en buena medida por una inflación de tres dígitos, el aumento de la criminalidad y una escasez generalizada de productos básicos.
«La crisis nos afecta a todos, aquí en el oeste también se pasa hambre», comentó María Angélica Nieto, una ama de casa de 49 años, que golpeaba una olla al grito ?queremos comida, queremos libertad?.